7 de enero 2008 - 00:00

Macri enfrenta paros, pero gremios buscan negociar

Mauricio Macri debutó el sábado en el uso de cámaras ocultas, que pudieron captar cómo cargaron en una camioneta y unautomóvil cajas y bolsas desde la obra social del gremio municipal, cuya intervención intenta concretarse.
Mauricio Macri debutó el sábado en el uso de cámaras ocultas, que pudieron captar cómo cargaron en una camioneta y un automóvil cajas y bolsas desde la obra social del gremio municipal, cuya intervención intenta concretarse.
Una negociación, endurecida por el propio jefe de Gobierno, buscará hoy un camino de salida en el peor conflicto gremial que le tocó resistir a un mandatario en la Capital Federal.

Hoy se podría formalizar la primera reunión entre sindicalistas y funcionarios porteños -o se le fijaría fecha-, con un plan en el cual el Gobierno porteño no piensa retroceder y con el cual la cúpula que conduce el gremio de municipales desde hace más de una década buscará mantenerse aun prácticamente en derrota.

Ese es el temor de quienes, desde el sindicato de municipales (Sutecba), no han dejado de comunicarse con el Gobierno porteño, aun el viernes, cuando el paro de actividades de los estatales de la Capital Federal fue total y se desplegó una manifestación en las puertas de la Jefatura de la Ciudad.

En cambio, la amenaza más temida para el gobierno de Mauricio Macri es un Hugo Moyano que los mortifique con un paro de camioneros que dejen la basura sin recolectar. Sin embargo, aseguran que «Moyano no va a parar; si para, las empresas no pagan».

Quizá esa certeza y otras han mostrado a un Mauricio Macri diciéndoles a los gremialistas en diálogos con la prensa que soportarlos «es el costo de la transformación» y advirtió que los sindicatos «no van a detener el cambio». Es más, sostuvo que «si el gremio utiliza a los vecinos como rehenes de sus reclamos totalmente injustos, el costo lo están pagando ellos». El gremio que conducen Patricio Datarmini y Amadeo Genta anunció más cese de actividades, desde mañana hasta el jueves incluido, en los lugares de trabajo, lo que afectará el servicio en hospitales, Rentas, Registro Civil y Centros de Gestión y Participación, entre otros lugares, como la Legislatura porteña.

Al mismo tiempo, los interlocutores gremiales no dejaron de comunicarse con el ministro de Hacienda, Néstor Grindetti, o sus representantes, en busca de un camino de retorno. Si bien amenazan con «paro por tiempoindeterminado», saben que una medida de esa naturaleza no sería fácil de sostener. Macri ya ha resistido una huelga en el Correo de más de un mes, en definitiva, y terminó despidiendo a miles de empleados.

Por eso, de uno y otro lado, buscan una cita para aquietar los ánimos.

El Gobierno porteño está dispuesto a revisar «errores» en la decisión de terminar con los 2.300 contratos de empleo público que generaron el conflicto. Pero esos «errores» sólo podrían alcanzar a unos 100 empleados, que les aseguran no forman parte de «nombrados en el último año». Eso sería todo. Poco, para una cúpula gremial que busca sostenerse en la conducción.

No cederá Macri con la intervención de la obra social gremial, batalla que dará intentando una ley que avale su decisión y también en la Justicia.

En cambio, para que el gremio pueda mostrar un logro, desde el Gobierno porteño aseguran que «nadie les prometió tanto», como una carrera municipal que les garantizaría el ascenso por mérito y concurso en la escala salarial.

  • Revisiones

    Habrá algunos reclamos, además, que podrán cederse: la revisión de los 18 mil contratos que restan se hará en conjunto con los sindicalistas y la jubilación de los que estén en condiciones de ser pasivos se revisará para que se sumen los «años en negro», es decir, de cuando fueron contratados con presentación de facturas.

    «Queremos sentarnos y rever con ellos dónde están los bolsones de nombramientos políticos», aseguraron ayer a este diario desde el Gobierno de la Ciudad.

    «La negociación es de acá para adelante», explicaron a un gremio que cree, además, que la jugada de Macri apunta a desestabilizarlos y dar paso en la jugada gremial porteña a UPCN. Creen en ese juego a pesar de que les han repetido durante el fin de semana que «a nosotros no nos conviene UPCN, es una decisión de Macri la reforma».

    Las conversaciones fueron mantenidas, entre otros, con Patricio Datarmini o el secretario gremial, Alejandro Amor. Amadeo Genta, el titular de Sutecba, en cambio, no habla directamente con el gobierno. Otro caso es Hugo Moyano, quien exclusivamente llama al teléfono de Macri. Dicen que en las últimas horas no han mantenido conversación, pero nadie puede asegurar por qué el jefe de Gobierno está seguro de que no se interrumpiría el servicio de recolección de residuos en la Ciudad.
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