Procesaron a Jaime, Schiavi y directivos de TBA por el choque ferroviario de Once

Ricardo Jaime y Juan Pablo Schiavi

El juez federal Claudio Bonadío procesó a los exsecretarios de transporte Ricardo Jaime y Juan Pablo Schiavi, así como a los empresarios de TBA, por el accidente ferroviario de Once, en el que 51 personas murieron y 789 resultaron heridas el 22 de febrero pasado cuando una formación impactó con el andén de esa estación.

Asimismo, el juez sobreseyó al maquinista que protagonizó el accidente, Mario Antonio Córdoba, a quienes los titulares de TBA hacían responsable por considerar que se había tratado de un error humano.

El juez Bonadío procesó con prisión preventiva a los hermanos Sergio y Mario Cirigliano, de la firma Cometrans y Grupo Plaza, respectivamente, pero seguirán libres por haber sido beneficiados con la libertad por la Cámara Federal en una instancia anterior.

"La asociación ilícita organizada por los accionistas, directivos y gerentes actuantes en TBA, por medio de actos de administración infiel de los fondos públicos transferidos por el Estado Nacional generaron una cadena de la felicidad destinada a enriquecer de manera ilícita y espuria a una serie de empresas vinculadas entre sí y pergeñadas alrededor de Sergio Claudio Cirigliano, Mario Cirigliano y el grupo Plaza y finalmente destinadas a maximizar sus ganancias personales", sostuvo Bonadío.

En una resolución de casi 900 hojas, el juez agregó que "este accionar sólo fue posible por la inacción parcial de los organismos de control y los funcionarios que con competencia administrativa específica en el área de transporte" que no sólo "no realizaron los controles", sino que "cuando detectaban anormalidades omitieron accionar en consecuencia".

Bonadío tuvo en cuenta que, tras 17 años de haber sido otorgada la concesión a TBA, no es posible hablar de accidentes en los "términos de sucesos eventuales" sino que hay que remitirse "a un accionar consciente y directo que por codicia" se desviaron recursos económicos necesarios para mantener el servicio de trenes de las líneas Sarmiento y Mitre "en un nivel de seguridad operativa adecuada".

En la resolución, que el juez decidió comunicar vía oficial por el sitio web de la Corte Suprema (CIJ), se exponen incluso detalles de una pericia contable en los que se demuestra que subsidios estatales que recibía TBA eran desviados hacia otros fines e incluso empresas vinculadas a los Cirigliano.

Una de las proveedoras de TBA, era la firma Cometrans a cargo de Sergio Claudio Cirigliano, la que que si bien "no tenía ninguna experiencia" en transporte ferroviario le prestaba servicios y por los cuales recibió como compensación unos 127.798.900,97 pesos.

Otra de las proveedoras era Invernar Inversora, también de Cirigliano, y que por asesoramiento financiero recibía de TBA unos 203.000 pesos mensuales, lo mismo que la firma Emfer, que proveía reparación de formaciones y entre diciembre de 2010 y el mismo mes de 2011 obtuvo unos 13.052.726 pesos.

En un tramo del fallo, Bonadío expone en base a informes de la Auditoria General de la Nación (AGN), expedientes de la CNRT y testimonio de personal ferroviario, del mal estado de los trenes que tenía a cargo la firma de los Cirigliano.

En ese sentido, en 2009 la CNRT daba cuenta en informes de la "situación crítica en las condiciones de seguridad para los usuarios y pasajeros", y la AGN informó que TBA no efectuaba "las reparaciones en tiempo y forma" de las formaciones.

"El criterio de la empresa y sus responsables podría haber sido realizar medidas urgentes que se reclamaban, de modo de encausar el servicio para prevenir los peligros", reprochó el juez, quien consideró que en cambio los "problemas se profundizaron".

Indicó, al respecto, que "muchas de las fallas constatadas por el organismo de control podrían haberse solucionado con una práctica empresarial responsable que priorice la seguridad por sobre la rentabilidad".

Bonadío citó una pericia técnica realizada sobre la formación y de la cual si bien no surge un "mal funcionamiento del sistema de frenos" sí se advirtió que "los tiempos de recuperación de presión de frenado deberían haber sido menores para una operación más eficiente del sistema".

Schiavi -según sostuvo el juez- tuvo conocimiento del mal estado de los trenes de TBA a través de informes de la CNRT y él "como autoridad máxima de la secretaría de Transporte no tomó ninguna medida al respecto".

"Esto nos da la pauta que este organismo no adoptó las medidas necesarias que hubiesen prevenido que esta tragedia se produzca", dijo Bonadío, quien describió un cuadro similar sobre la situación de Jaime.

En 2007, cuando Jaime aún era secretario del área, el juez tuvo en cuenta que había gran cantidad de denuncias, informes de la AGN y expedientes de la CNRT sobre el mal funcionamiento del ramal Sarmiento.

"Al igual que Schiavi durante su gestión no tomó ni siquiera una sola medida tendiente a revertir la precariedad en la cual la empresa TBA prestaba el servicio", reprochó el juez.

Claudio y Mario Cirigliano; y el expresidente de TBA Marcelo Calderón fueron procesados por los delitos de descarrilamiento de un tren agravada por resultar personas fallecidas y lesionadas, jefe asociación ilícita y defraudación contra la administración pública.

En tanto que el presidente de TBA, Carlo Michele Ferrari, el abogado de la empresa Carlos Lluch, y los ex directivos Sergio Tempone, Jorge Álvarez por los mismos delitos, y a éste último, Mario Cirigliano, y Calderón les impuso una caución de 5 millones de pesos que deberán depositar en las próximas 24 horas, caso contrario serán detenidos.

A Schiavi y Jaime el procesamiento es por abuso de autoridad e incumplimiento de los deberes de funcionario público en calidad de autor, y a ambos les trabó un embargo de 1 millón de pesos.

También procesó al ex secretario de transporte ferroviario Antonio Luna (embargo de un millón), el ex titular de la CNRT Pedro Ochoa (un millón), y a Guillermo Alberto D´Abenigno, Jorge Alberto de los Reyes, Alejandro Lopardo, Carlos Pont Verges, Daniel Rubio, Víctor Astrella, Oscar Gariboglio, Francisco Pafumi, Pedro Raineri, Roque Cirigliano, Víctor Heinecke y José Doce Portas.

• Sobreseyeron al maquinista. Conducía un tren en "deplorables condiciones"

El maquinista Marcos Antonio Córdoba fue sobreseído por el juez Bonadío, quien remarcó que el ferroviario debía "sobrellevar" un mal funcionamiento de los coches.

"No resulta una excepción sino un hecho común que debía sobrellevar el conductor", en cuanto a las "deplorables condiciones en las que circulaban los trenes, lo cual se traducía en que las formaciones tengan en forma constante problemas de tracción y frenos, ocasionando continuas suspensiones en lo servicios", indicó el magistrado en su fallo.

El juez descartó en base a pericias la versión vertida por empresarios y funcionarios respecto de la posibilidad de que Córdoba haya sufrido poco antes del accidente algún problema de salud, de epilepsia o que haya estado alcoholizado.

Córdoba "estaba al comando de un tren sobrecargado de peso, con un sistema de frenos que si bien en las anteriores oportunidades había respondido lo hacían con dificultad", remarcó el juez, al tiempo que aclaró que el conductor de 26 años "sólo tenía dos años de experiencia, conducía un tren viejo con siete de sus vagones con un importante diferimiento en cuanto a su mantenimiento general".

"Este Tribunal no puede afirmar que Córdoba no haya cometido algún error en esos críticos momentos por inexperiencia, miedo o desconocimiento. Lo que sí puede afirmar es que se le había encomendado a un joven la seguridad de más de dos mil quinientas personas y se le había dado una herramienta vieja, corroída e insegura", remató.

Al justificar la medida sobre el maquinista, tuvo en cuenta que en estaciones previas a la llegada de la formación en Once habían sucedido problemas con el sistema de frenos, aunque sostuvo que "nunca se sabrá" por qué el tren circuló a unos 27 kilómetros por hora y terminó chocando contra el paragolpe de la estación Once.

La decisión de Bonadío respecto a Córdoba fue celebrada por el el titular del sindicato de conductores de trenes La Fraternidad, Omar Maturano, quien sostuvo que el apoyo de la organización gremial al maquinista "fue y será total" y que no permitirán que "la cadena se corte por el eslabón más fino, sino que haya justicia".

Además del maquinista, fue sobreseído el sucesor de Ochoa en la CNRT Antonio Sícaro; así como Daniel Lodola, Luis Ninoná, Jorge Pérez Brignole, y Santiago Kaplun.Por último, con falta de mérito resultaron Laura Ballesteros, Antonio Ricardo Suárez, Gustavo Zeni Jaunsaras, Antonio Cirigliano y Miguel Werba.