La discusión sobre la reforma laboral volvió a instalarse con fuerza, mientras el Gobierno afina la convocatoria a sesiones extraordinarias. En el paquete de medidas que el oficialismo quiere aprobar antes de fin de año, el capítulo sobre vacaciones aparece entre los más comentados.
Reforma laboral: cómo afecta el proyecto del Gobierno a las vacaciones
La ley habilita nuevos acuerdos y redefine la organización interna de las empresas, con impactos que todavía generan debate.
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La Reforma Laboral podría poner un límite a la cantidad de días de vacaciones consecutivos.
En el borrador de la Ley de Modernización Laboral que circula aparecen cambios concretos: desde la posibilidad de fraccionar vacaciones en tramos más cortos, hasta una reorganización del calendario y nuevas pautas para acordar fechas. El Gobierno sostiene que estos ajustes buscan adaptarse a “dinámicas productivas actuales”, mientras que sectores sindicales señalan que podría abrir la puerta a prácticas que compliquen la vida cotidiana del trabajador.
Aún así, el impacto real sigue siendo motivo de discusión. Y es que el texto introduce mecanismos que cambian la rutina laboral, aunque en varios puntos deja margen para la negociación individual y colectiva.
Reforma Laboral: cambios claves en las vacaciones
El proyecto establece que el período para otorgar vacaciones seguirá marcado entre el 1 de octubre y el 30 de abril del siguiente año, igual que hoy, pero incorpora reglas más estrictas. El empleador deberá avisar la fecha de inicio con 45 días de anticipación. Ese plazo extendido aparece como una respuesta a reclamos de ordenamiento, aunque también genera dudas sobre qué pasará en actividades con alta estacionalidad o cambios abruptos de operación.
Uno de los puntos más comentados es el del fraccionamiento. La reforma permite dividir las vacaciones siempre que cada tramo tenga un mínimo de siete días corridos, algo que hasta hoy sólo podía hacerse mediante convenios colectivos.
El texto también incorpora la obligación de que cada trabajador pueda gozar de sus vacaciones al menos una vez cada tres años en temporada de verano, salvo que el acuerdo colectivo de la actividad disponga otro criterio.
Cómo se comparan estos cambios con el régimen actual
Hoy las vacaciones se otorgan en un único tramo, salvo excepciones específicas fijadas por convenios colectivos. Con la reforma, el fraccionamiento se vuelve una posibilidad común, siempre que haya acuerdo. Para algunos especialistas, esto trae cierta previsibilidad para quienes necesitan dividir días, pero advierten que también podría generar desigualdades dentro de una misma empresa si no hay criterios claros.
Otro cambio relevante es la ampliación del plazo de preaviso a 45 días. Actualmente, muchos empleadores informan las vacaciones con menos anticipación, lo que complica la organización familiar o compra de pasajes. El nuevo esquema obliga a planificar con más tiempo, aunque todavía queda abierta la pregunta de qué pasará en actividades donde ese nivel de anticipación puede ser difícil de cumplir.
El régimen vigente también mantiene como derecho la coincidencia con la temporada alta cada tres años, pero en la práctica no siempre se cumple. Al incluirlo expresamente con un plazo definido, el proyecto busca darle más formalidad, aunque su aplicación dependerá de la capacidad operativa de cada empresa, sobre todo en sectores con personal reducido.





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