23 de marzo 2022 - 00:00

Inflación “verde”: los autos aumentaron más de 20% en dólares en cuatro meses

Con esta suba, medida en dólar blue, se resiente el consumo. Desde las concesionarias aseguran que la demanda está más tranquila. El valor del "blue" está igual que en noviembre con precios de los 0 km que suben 5% mensuales.

Giro. Después de casi dos años de una demanda impulsada por la brecha cambiaria, la suba de precios hace que ya no sea tan atractivo comprar un 0 km, dicen los vendedores de autos.
Giro. Después de casi dos años de una demanda impulsada por la brecha cambiaria, la suba de precios hace que ya no sea tan atractivo comprar un 0 km, dicen los vendedores de autos.

Después del precio récord alcanzado hace pocas semanas, la cotización del dólar blue tuvo un retroceso que se ubica en los niveles de noviembre pasado. Incluso, algo menor.

Mientras en las “cuevas” se negocia por estos días a $202, cuatro meses atrás llegó a superar los $206.

El mercado automotor está sintiendo ese impacto, ya que en el mismo período los 0 km aumentaron fuerte en pesos, al ritmo de la aceleración del proceso inflacionario.

Es por eso que, comparado con la última parte del 2021, los precios de los autos tuvieron un incremento en dólares “billete” de más de 20%.

Por ejemplo, el modelo más vendido del mercado – el Fiat Cronos-, en su versión de entrada de gama, costaba 9.600 dólares “blue”, en noviembre, mientras que ahora se necesitan unos 11.800. Esto implica un aumento de 23%.

El caso de este vehículo se toma como referencia por ser el más demandado, pero la relación se mantiene con otras marcas. El piso de aumentos en dólares está en 18% con picos de 25%.

La consecuencia de esta “inflación verde” se siente en el consumo. En marzo, el mercado automotor registró un cambio de tendencia. Después de varios meses con una demanda fuerte y una oferta escasa, que llevó a que se generalicen los sobreprecios y se alarguen las listas de espera, el contexto macroeconómico está golpeando el nivel de actividad.

Aumentos

Los 0 km vienen recibiendo aumentos mensuales de 5% como piso. El año pasado, el incremento acumulado fue de 74%, más de veinte puntos porcentuales por arriba de la inflación y los ajustes que recibieron los salarios. La pérdida del poder adquisitivo, respecto al precio de los autos, es significativa.

En 2019 se necesitaban 17 sueldos para comprar un auto chico, hoy hacen falta 34, tal como adelantó Ámbito.

Mientras el tipo de cambio paralelo subía, quienes tenían dólares ahorrados estaban ante la oportunidad de comprar un vehículo a valores tentadores. Hay que recordar que los precios de los autos se expresan en pesos al cambio oficial. El mejor momento se vivió cuando la cotización pasó los $220.

Ahora es distinto. En los salones de ventas se siente el menor movimiento. Al efecto “blue”- precios se suman el aumento de los costos de mantenimiento de los autos como, por ejemplo, el incremento de los combustibles.

Es posible que esta situación no haga caer las ventas de 0 km ya que todavía hay se mantiene el problema de fondo. La brecha cambiaria puede seguir siendo interesante para muchos consumidores y la oferta se mantiene restringida.

Hay listas de espera de hasta siete meses en algunos modelos y hay compradores que están aguardando para pagar y retirar su unidad. El tema es que si se mantiene este contexto, es probable que, en los próximos meses, esas esperas disminuyan y se equilibre la oferta con la demanda.

En este punto es importante lo que suceda con el abastecimiento. La falta de unidades tiene que ver por dos motivos. El principal son las trabas para importar que aplica el Gobierno. Parte por la falta de dólares, pero también por una decisión política de incentivar la producción nacional.

La otra causa es la escasez de microprocesadores que afecta a todos los países. Los más poderosos tiene mayor facilidad de entrega, mientras que la Argentina no está en ese grupo. Esto impacta en la fabricación local de 0 km que está limitada por el faltante de chips, tanto en las terminales como en los autopartistas. La consecuencia de esa situación es que los precios de estos insumos aumentaron fuerte y producir un 0 km es más caro. Esto es un limitante de las ventas. También hay que remarcar que si una fábrica produce una unidad y tiene que elegir entre el mercado interno y el externo, la prioridad la tendrá el comprador del exterior.

Hay que tener en cuenta que el actual es un mercado chico, de unas 30.000 unidades por mes. No está acorde con el promedio de los últimos años ni con la cantidad de habitantes. Por ese motivo, no se espera un derrumbe de las operaciones. Lo que parece estar cambiando es la ansiedad por comprar.

Operaciones

Otro tema a tener presente es la conformación de las operaciones. El 35% corresponden a planes de ahorro. Es decir, una demanda que está programada y no marcará cambios en los próximos meses. Hay demoras de entregas (una marca debe más de 15.000 unidades)

Ente 8% y 10% surgen de las ventas corporativas que no hay señales que vayan a bajar. Del 55% restante, más de 30 puntos porcentuales ya son ventas realizadas que están esperando ser pagadas y entregadas.

Las nuevas ventas representan 20% del total del mercado mensual. Sobre 30.000 unidades, serían apenas 6.000 0 km. Sin duda hay 6.000 argentinos por mes que tienen poder adquisitivo para seguir comprando autos.

En las concesionarias explican que los precios por arriba del valor de lista sugerido es la única forma que tienen para sostener las estructuras. Con un mercado de menos de 400.000 unidades, como se espera para el 2022, y concesionarias montadas para vender 650.000, como marca el promedio histórico, sólo cobrando recargos se puede cubrir los gastos.

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