El espeluznante crimen de un matrimonio y de su beba de un año a la salida de un casamiento volvió a poner en el centro de la escena la extrema vulnerabilidad de la seguridad en la ciudad de Rosario, jaqueada por el accionar de bandas narcos que siguen operan do con notable impunidad a pesar de los esfuerzos del poder político por ponerle fin a la seguidilla de homicidios con sello mafioso.
Creen que podría haber existido un entregador dentro del casamiento
Justicia federal de Rosario emitió orden de captura para los novios, ambos con procesos abiertos por narcomenudeo. Joven reconoció que incendió el auto.
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Ayer, luego de que la Justicia federal de Rosario emitiera una orden de captura para Brisa Milagros Leguizamón y Esteban Enrique Rocha alias “Pinky”, ambos procesados en una causa por venta de drogas (ella permanecía con prisión domiciliaria y él había obtenido la excarcelación), los investigadores lograron avanzar un casillero en la reconstrucción de los hechos en zonas de Campos de Ibarlucea.Lo hicieron a partir del relato espontáneo de un menor de 19 años que había sido al casamiento y que admitió ante la Justicia que él fue quien quemó el auto de las víctimas con la mujer adentro cuando intentó llevarla a hospital herida tras la balacera y se “asustó” ante la posibilidad de ser interceptado por la Policía.El fiscal de la Unidad de Homicidios Dolosos de Rosario Gastón Ávila dijo que el joven se subió al auto, un Audi TT que había quedado encajado en un zanjón donde fue atacado a balazos. En el asiento del acompañante yacía Érica Romero (37), masacrada por los disparos minutos antes junto a su beba, Elena, y su pareja, Maximiliano Giménez (33).Al escuchar las detonaciones, el joven salió de la fiesta y le pidieron que trasladara a la mujer herida al Hospital Escuela Eva Perón para que fuera asistida.“En la desesperación tomó para el otro lado, para Ibarlucea”, dijo el fiscal, quien añadió que “el chico declaró que estaba ebrio, desesperado porque vio un patrullero y tenía miedo de que lo siguieran, que no sabía qué hacer hasta que paró y decidió prenderle fuego al auto”.Sobre la mecánica del triple crimen, el funcionario judicial dijo que el Audi TT blanco con la pareja y la beba salió del salón de fiestas de Iberlucea por la autopista Rosario-Santa Fe rumbo a Rosario, momento en que fue emboscado por una camioneta Volkswagen Amarok.El conductor realizó una maniobra de escape y retomó la ruta rumbo al predio donde se realizaba la fiesta, aunque al cayó en un zanjón de la ruta, situado frente a la entrada. Fue allí donde los ocupantes de la camioneta realizaron una veintena de disparos que impactaron en los tres integrantes de la familia, tras lo cual escaparon, según el relato del fiscal.“Los invitados a la fiesta que estaban en la puerta del salón comenzaron a tratar de auxiliar a las víctimas del auto, que había quedado con el motor en marcha y con las puertas trabadas, hasta que pudieron sacar a Giménez, ya muerto, y a la beba, a los que llevaron hasta el Hospital Eva Perón, que está cerca”, agregó Ávila.“A la mujer no la lograron sacar del asiento. Por la premura de las circunstancias, a la mujer la tratan de llevar en su propio vehículo, pero las ruedas giraban en falso. Mientras algunos sacaban el auto empujando desde atrás, un joven se sentó en el asiento de conductor e intentó ir al Eva Perón, aunque la mujer ya estaba muerta”, aseveró el fiscal.Con respecto al posible móvil del triple crimen, el fiscal dijo que Giménez y Romero figuraban investigados por la Justicia federal de Rosario por “tráfico de estupefacientes”. “Se encargaban de la distribución a mediana escala. Mantengo en reserva para quién”, se excusó. La mención del fiscal permite imaginar que el móvil del crimen haya tenido que ver con, posiblemente, la desaparición de un cargamento de cocaína.Sobre los novios narcos que se casaron, manifestó: “Recibí declaración de ambos. No sospecho de ellos ni los involucro. No parece lógico que planeen un homicidio en su casamiento. Había niños, personas mayores. Es poco probable”. Es por ello que algunos pesquisas arriesgaban ayer la posibilidad de que la emboscada haya sido planificada con ayuda de alguno de los invitados a la fiesta que aportó la logística para que los asesinos concretaran la brutal matanza.condenada. “En enero hemos tenido un incremento muy grave de los hechos. Hay no menos de cuatro personas con prisión domiciliaria involucradas”, argumentó.las mismas fuerzas provinciales, y producto de su accionar se llega a una causa y se condena a alguien. ¿Cuál es la justificación para que la persona una vez condenada tenga la libertad que tiene para cometer delitos, ir, casarse, organizar una fiesta?”, cuestionó.
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