20 de noviembre 2010 - 12:22

Boca ganó y comenzó a curar sus heridas

Boca, en el primer partido tras la salida de Claudio Borghi y con el debut de Roberto Pompei como técnico interino, se recuperó de la caída en el Superclásico ante River y derrotó por 2-1 a Arsenal, por la 15° fecha del torneo Apertura.

El juvenil Sergio Araujo, a los 27 minutos, en su primer gol en la máxima categoría, y Martín Palermo a los 75, marcaron los goles del local. Mientras que Lisandro López, a los 48 anotó el transitorio empate para la visita.

Con esta victoria Boca, que hacía tres partidos que no ganaba ni convertía goles, suma 20 unidades, mientras que Arsenal quedó en el tercer lugar de la tabla de posiciones con 25
unidades y lejos en la pelea por el título.

Este es el segundo interinato de Roberto Pompei dirigiendo a Boca y al igual que en su debut derrotó a Arsenal, en aquella oportunidad en reemplazo de Avel Alves, el pasado Clausura, con goleada 4-0.

En la primera parte Boca, pese al cambio de técnico, no mostró una mejor cara respecto de la era de Claudio Borghi, mientras que Arsenal, pese a tener tres delanteros, no inquietó en ningún momento a Javier García (Christian Lucchetti estuvo en el banco).

Lo mejor del equipo de la Ribera llegó de la mano de Cristian Chávez, el reemplazante del lesionado Juan Román Riquelme, quien cuando encontró los espacios y algún compañero que le devolviera la pelota con precisión generó peligro.

Por esas cosas del destino, una jugada desafortunada como la lesión de Lucas Viatri y el ingreso de Sergio Araujo fue lo mejor que le pudo pasar a Boca en la etapa inicial.

A los 27 minutos el pibe de 18 años aprovechó un error de Lisandro López, dejó tres rivales en el camino y de derecha clavó la pelota en el ángulo izquierdo de un impotente Cristian Campestrini.

Arriba en el marcador, los dirigidos por Roberto Pompei se soltaron y, de a poco, hicieron del arquero visitante una de las figuras del encuentro, con grandes intervenciones ante remates de Chávez, Matías Giménez y el pibe Araujo.

Lo mejor del equipo del Viaducto fue a los 4 minutos, cuando tras una pifia de Clemente Rodríguez, Adrián González no se animó a rematar y cedió para Mauro Óbolo, que estaba adelantado.

Pablo Lunati, el polémico árbitro, a los 39 ignoró un grosero agarrón de Matías Caruzzo sobre Lisandro López dentro del área, en lo que era un claro penal.

En el arranque del segundo tiempo, a los 2 minutos Chávez falló frente al arco el 2-0. Matías Giménez envió el centro desde la izquierda, el `Pochi` se tiró en palomita y la pelota se fue junto al palo.

La respuesta de Arsenal llegó un minuto después. Lisandro López se tomó revancha de su error en el gol de Boca y tras un tiro libre de Adrián González le ganó en el salto a Cristian Cellay de cabeza, la pelota dio en el palo y entró.

A partir de ese momento los dos equipos fueron un concierto de errores defensivos que hicieron que el encuentro ganara en emoción y llegadas de peligro frente a los arcos.

Los fantasmas del pasado comenzaban a sobrevolar la Bombonera, pero los oportunos cambios de Pompei y la suerte le hicieron un guiño al equipo boquense para que sumara de a tres.

Centro desde la izquierda de Damián Escudero, Campestrini se tiró y cortó con las manos, pero la pelota le pegó en la pierna izquierda, rebotó en Sebastián Battaglia y le quedó a Palermo para que sin marcas la empujara al 2-1, en el séptimo tanto en el Apertura, el 220 con la casaca de Boca y el 299 de su carrera profesional.

Pese al golpe, Arsenal no se amilanó, fue al ataque y tuvo varias ocasiones de igualar, la más clara un remate de Óbolo en el palo, pero las oportunas intervenciones de García y los postes se lo negaron.

La victoria fue una bocanada de aire fresco para Boca, que sumó luego de tres partidos, subió en la tabla de posiciones y le dará a los dirigentes más tranquilidad para elegir al sucesor de Borghi.

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