Borghi no renunció
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«Está claro que estamos recibiendo goles en el segundo tiempo que no son normales. El otro día nos hicieron uno de un córner», afirmó, al tiempo que negó que se haya quedado «sin respuestas» y elogió a sus dirigidos en general. «Las respuestas las tengo. No tengo quejas de ningún jugador. No pueden jugar bien todos los partidos y tampoco se puede predecir si éste o aquél van a andar bien en tal o cual partido», explicó. Añadió que no tiene pruebas de algo malo que hubiera hecho alguno de sus dirigidos y aseveró que no espera que ninguno le demuestre nada.
«El día que vea que alguien hace lo que no debe, me voy. No puedo decir Núñez jugó muy mal, el otro día me hizo tres goles.»
Tengo que cambiar porque no lo tengo a Lucas Pusineri.
El discurso de Borghi mezcló también cuestiones sentimentales y entonces habló de todo: «Mi hijo quiere que me quede. La mujer de uno puede pensar distinto, pero a mí nunca me fue mal como entrenador y el chico no quiere ver que acá me vaya mal. Me dijo quedate a revertirlo, podés lograrlo». «Si me escupen los peleo. Hay dos cosas que no me gustan, que me toquen el cul... y que me escupan. No entiendo a los que van a la cancha a insultar, pero eso es cosa del espectador y hasta es el folclore del fútbol», expresó Borghi.
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