Leonas fueron pura impotencia ante la poderosa Holanda
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El corazón de leonas de las argentinas no fue suficiente para controlar el aluvión ofensivo anaranjado.
En la otra llave semifinal, la selección china había vencido por 3-2 a Alemania, la campeona olímpica en Atenas-2004, que jugará con Argentina el viernes.
Las felinas argentinas no pudieron soportar los ataques en masa del huracán naranja, ni las entradas al círculo a toda velocidad de Naomi van As, Eva Goede o de Miek Geenhuizen.
La habilidad endiablada y el juego rápido de las europeas fue una pesadilla para una defensa que hacía agua, pese al esfuerzo de la capitana Magdalena Aicega por poner orden.
La presión anaranjada hizo efecto enseguida y con un corner corto, como ocurrió en lo que va del torneo, conectado con remate alto por Paumen.
Ni siquiera habían podido organizarse Las Leonas para intentar una reacción cuando su valla volvía a correr peligro sin tregua, en avances que nacían en el stick talentoso de Geenhuizen.
Otro penalty-corner forzado por la ofensiva arrolladora de las aguerridas damas de los Países Bajos terminó con un disparo rasante de Paumen en el fondo del arco custodiado por Paola Vukojicic.
Una de las claves de la táctica holandesa había sido sujetar con marca personal a Luciana Lucha Aymar, cuatro veces la mejor jugadora del mundo.
Minke Smabers no la soltaba a Aymar ni a sol ni a sombra, lo que provocó que se interrumpiera el circuito de gestación de jugadas de ataque para Las Leonas.
Sólo en algunos momentos de la segunda etapa, Aymar pudo desprenderse de una marca que por momentos era un acorralamiento de tres o cuatro cancerberas a la vez, pero sus disparos de campo carecieron de efectividad.
El DT argentino Gabriel Minadeo ensayó numerosos cambios y modificó la líneas delantera con la rotación de Soledad García, Claudia Burkart, Carla Rebecchi y Alejandra Gulla.
Pero todas ellas chocaban contra una defensa bien plantada, que para colmo lograba salir en veloces contragolpes que llevaban zozobra al arco argentino.
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