22 de octubre 2001 - 00:00

En crisis, cómo elegir un seguro con ahorro

En crisis, cómo elegir un seguro con ahorro
Una de las reacciones defensivas del público ante la crisis económica y financiera es refugiarse en alternativas de inversión conservadoras como los seguros de vida con ahorro. En los últimos meses estas opciones han tenido una buena aceptación en el mercado local. A diferencia de las tradicionales coberturas de vida con capitalización, éstos se tratan básicamente de seguros de vida que capitalizan ahorros a través de un fondo de inversión de la propia aseguradora.

Ante el incipiente auge el público debería tener algunas precauciones antes de contratar o comprar alguno de estos productos. Porque el drástico cambio de escenario que significa esta nueva guerra a nivel mundial, ha vulnerado varios de los clásicos argumentos de comercialización.

Por ejemplo, hasta hace un mes el principal argumento de venta de estos productos era contratar el seguro apostando al rendimiento de largo plazo (más de 15 a 20 años) sin importar nada más. Salvo que estallara lo que en esos momentos era impensable o poco probable, la tercera guerra mundial.

Largo plazo

En general, el público se acerca a estos productos con el fin de canalizar ahorros con vistas al largo plazo, donde se prometen interesantes rendimientos. Montados en una cobertura de vida, ínfima, porque lo que se prioriza es el ahorro y no el monto del seguro, la prima va siendo dirigida hacia un fondo de inversión. En realidad lo que están comprando son cuotapartes de un fondo de inversión que administra la aseguradora. La única ventaja impositiva es la posibilidad de desgravar de la base del Impuesto a las Ganancias 996 pesos anuales en concepto de la póliza de vida.

Por eso, lo que el público inversor ahora debería priorizar -más allá de la obvia solidez de la compañía-son las garantías. En particular las garantías de rendimiento.


Antes del 11 de setiembre las garantías de algunos fondos no eran muy tenidas en cuenta. Ahora un sólido argumento para contratar.

Estos productos funcionan como un fondo de inversión, pero combinan tres aspectos:

Por un lado el inversor sabe a ciencia cierta que lo contrata para el largo plazo.

Durante la duración del plan (unos 23 años promedio) la capitalización se hace en base a aportes regulares.

Hay una diversificación regional como instrumento financiero.

Entonces, hoy uno de los puntos clave para contratar es la garantía del fondo, en términos de rendimiento. Y en este sentido debe prestarse atención a cuando se hace efectiva dicha garantía.
Por ejemplo, algunas aseguradoras la hacen efectiva al quinto año de la póliza, es decir que en dicho período se le computa la garantía. Esto opera así: supóngase el caso de que la garantía es que el fondo rendirá por lo menos 4% anual, en el quinto año se le acreditan 121,66 pesos por cada 100 pesos invertidos en el año 0, pase lo que pase.

Algunas aseguradoras ofrecen fondos con garantía efectiva cada 10 años y otros al cabo del plan, o sea al final, en el año 25.

Por tratarse de productos de largo plazo tienen esquemas de quitas por rescates anticipados muy severos. En promedio, los que rescatan antes del año 5 son penalizados con quitas de más de 80%
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Inversión

Otro punto clave que el público debe chequear a la hora de contratar es la estrategia de inversión que le presenta el asesor de la aseguradora, la que debería coincidir con la que figura en las condiciones particulares de la póliza. Porque puede ocurrir que le presentan una proyección de rendimiento futuro en base a una inversión determinada y el gestor del fondo de inversión en realidad invierte en otras opciones.

Por último un consejo que ronda en el mercado, es asesorarse con un productor matriculado, y preferentemente hacerlo antes de la última semana del mes porque como están apremiados por cumplir con los objetivos de venta del mes, están más preocupado en vender que en analizar las necesidades financieras del cliente.

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