25 de enero 2022 - 11:00

Las 6 recomendaciones del FMI para salir de la crisis

En la introducción el FMI reconoce que habrá un "espacio fiscal más limitado que antes de la pandemia y aumento de la inflación", y que estas condiciones plantea un difícil desafío a la política.

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“La salida de la pandemia y la plena recuperación económica están al alcance de la mano del comunidad global”, así comienza el capítulo titulado ¿Cómo deberían responder los políticos?, del informe Perspectivas de la Economía Mundial (WEO) dado a conocer este martes.

En la introducción el FMI reconoce que habrá un “espacio fiscal más limitado que antes de la pandemia y aumento de la inflación”, y que estas condiciones plantea un difícil desafío a la política. En este sentido, el organismo considera que “una cooperación internacional audaz y eficaz será pues imprescindible”.

Las recomendaciones del FMI a los países son seis:

  • Políticas de salud
  • Política monetaria
  • Preparación para condiciones financieras externas más estrictas
  • Política fiscal
  • Reformas estructurales
  • Políticas climáticas

Salud

En la medida que persiste la pandemia, el Fondo Monetario Internacional considera que es más sobresaliente que nunca poner el énfasis en una estrategia de salud global efectiva”.

El trabajo señala que la proporción de la población completamente vacunada es de alrededor del 70%para las personas de altos ingresos. Sin embargo, es del 4 % para los países de bajos ingresos. Y 86 países, que representan 27% de la población mundial, no alcanzó el objetivo de vacunación del 40% para fines de 2021(excluyendo refuerzos) establecidos en la propuesta de pandemia del FMI.

Entre las recomendaciones de políticas contenidas en el informe Perspectivas de la Economía Mundial, el organismo multilateral considera que para reducir el riesgo del surgimiento de más variantes peligrosas de COVID-19, es esencial aumentar el acceso mundial a vacunas, testeos y tratamientos. Esto requiere una mayor producción de suministros, así como mejores prácticas en cada país y una distribución internacional más justa.

A juicio del organismo, la propagación de Ómicron solo ha amplificado la necesidad de una acción urgente.

Desde esta perspectiva, insta a que la comunidad mundial debe equilibrar el objetivo de ayudar a todos los países a lograr los objetivos con la asistencia de los países altamente vacunados.

Advierte que, sin este esfuerzo mundial, aumenta la probabilidad de que el virus mute aún más.

Asimismo considera a que sigue siendo imperativo mejorar los testeos, ya que la eficacia depende de la identificación oportuna de los casos. Finalmente, se debe considerar la posibilidad de incentivar las transferencias de tecnología y la concesión de licencias a nivel mundial.

Política monetaria

Otro capítulo destacado se refiere a la política monetaria que “en muchos países deberá continuar en un camino de ajuste para frenar las presiones inflacionarias”. Advierte, además, que en este contexto la política fiscal opera con un espacio más limitado que antes de la pandemia, por lo que plantea priorizar el gasto social y en salud mientras se enfoca el apoyo en los más perjudicados.

A juicio del FMI, se necesita monitorear “cuidadosamente indicadores de futuras presiones inflacionarias”, e incluye expectativas de inflación; crecimiento salarial y costos laborales y los márgenes de beneficio de las empresas.

También recomienda que los Bancos Centrales “deberían señalar claramente que el ritmo al que se retirará el apoyo monetario puede necesitar ser recalibrado si el la pandemia vuelve a empeorar”. El FMI además, recomienda una postura más estricta de la política monetaria, ya que las vulnerabilidades financieras siguen siendo elevadas.

Condiciones financieras externas más estrictas

“Los mayores rendimientos incentivarán el flujo de capital al exterior, poniendo presión a la baja sobre las monedas de las economías de mercados emergentes y en desarrollo y sobre la inflación”, comienza esta recomendación. Para continuar señalando que “las políticas más estrictas probablemente serán apropiadas en muchas economías de mercados emergentes y en desarrollo para evitar la amenaza de aumentos persistentes”.

El organismo sugiere que los mercados emergentes “deberían extender los vencimientos de la deuda cuando sea factible”, como así también considera que la “flexibilidad del tipo de cambio también puede ayudar a absorber los shocks”.

Aunque advierte que esta última recomendación no se aplica a países con economías con distorsiones del mercado o que tenga limitaciones al acceso a los mercados pues “el impacto de las reversiones de flujo pueden poner en peligro la estabilidad financiera”.

Para estas economías el Fondo recomienda que se debe aplicar “la intervención cambiaria” para “suavizar las condiciones desordenadas del mercado”. Aunque advierte que “la gestión temporal del flujo de capital no deben sustituir la política macroeconómica”.

Dada la perspectiva del endurecimiento de la política monetaria, el Fondo también afirma que “la cooperación internacional será fundamental para preservar el acceso a la liquidez y agilizar reestructuraciones ordenadas de la deuda cuando sea necesario”.

La recomendación adquiere particular significado para la Argentina, en momentos en que el país está renegociado su deuda con el Fondo tras el préstamo extraordinario de 44.000 millones de dólares que recibiera la administración de Mauricio Macri.

En tal sentido, el ministerio de Economía se encuentra abocado no sólo a reestructurar a largo plazo (10 años) los pasivos con el organismo; también está buscando que países que cuentan con fondos excedentes por el reparto de Derechos Especiales de Giro (DEGs) que realizó el Fondo el año pasado, colaboren en el fortalecimiento de las reservas en divisas del país.

El propio organismo reconoce en este capítulo que “acuerdos de préstamo del FMI (cautelares o desembolso) puede ser un respaldo importante para suavizar el impacto de los shocks. Pero para países con grandes necesidades de financiación y una deuda insostenible, el alivio de la liquidez puede no ser suficiente.”.

Para estos casos, pide la “rápida puesta en funcionamiento del Marco Común del G20 para el tratamiento de la deuda” .El progreso en esta materia ha sido demasiado lento. Se necesitan mejoras urgentes para hacer avanzar el proceso y ampliar su cobertura de países.

Política fiscal

“Las finanzas públicas estarán bajo presión en los próximos meses y años, ya que la deuda pública ha alcanzado niveles récord para cubrir el gasto relacionado con la pandemia en un momento en que los impuestos los ingresos se desplomaron”, comienza el trabajo sobre este punto.

Advierte que “las tasas de interés más altas también harán encarecer los préstamos, especialmente para los países que toman créditos en moneda extranjera”.

Como resultado, señala el organismo, “los déficits fiscales en la mayoría de los países deberán reducirse en los próximos años, aunque el grado de consolidación debería depender del ritmo de la recuperación”.

Advierte también que “si empeora la pandemia, la consolidación puede demorarse cuando el espacio fiscal lo permita”, dado que los países deberán retomar programas de ayuda. Aunque, advierte, que “el espacio político es muy reducido”

Por esta razón, el FMI afirma que es importante “el apoyo decisivo de la comunidad internacional para países de bajos ingresos con niveles elevados de deuda”

Según el organismo “se requerirá un mayor crecimiento y mayores ingresos fiscales para que muchos países eviten el riesgo de sobreendeudamiento”. Para lograr este objetivo el Fondo recomienda reformas estructurales y mejoras en los marcos fiscales.

Reformas estructurales

Un mayor crecimiento a largo plazo requerirá reformas estructurales profundas, así comienza esta recomendación del FMI. Hace referencia a que las cuarentenas interrumpieron la educación de muchos niños. En este sentido, considera que “el cierre de escuelas tendrá efectos duraderos en los ingresos individuales a lo largo de la vida y en el crecimiento de la productividad en toda la economía”.

Respecto de la situación laboral, afirma que los países deberán adaptarse a un mercado más digital y a tal fin será necesario requipar y capacitar a los trabajadores. Es necesario, según el organismo “impulsar los esfuerzos de digitalización y la adopción de nuevas tecnologías”. Para ello sugiere que debería “inmediatamente, reducirse los aranceles y las barreras comerciales puede ayudar aliviar las interrupciones del suministro y las presiones inflacionarias a nivel mundial”.

Políticas climáticas

El FMI considera que “la emergencia climática en curso continúa requiriendo cambios internacionales urgentes”. En este sentido, entiende que se “necesitarán políticas globales coordinadas mucho más grandes, incluidos los precios mínimos del carbono para cumplir con la mayor ambición de la conferencia climática de Glasgow y evitar un catastrófico cambio climático global”

Para el organismo es importante fijar los precios “del carbón y la reducción en los subsidios a los combustibles fósiles”. Asimismo, considera que la reducción de subsidios podrá “generar recursos para financiar: infraestructura verde; subvenciones a la inversión y la investigación en energías renovables y tecnologías de almacenamiento, así como transferencias compensatorias a los afectados negativamente por la transición energética”.

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