Roberto Cardarelli, Jefe de la División de América del Sur II del Fondo Monetario Internacional.
En busca de dinero fresco para mitigar la voracidad de los últimos días por el dólar, la Argentina volverá a financiarse con fondos del FMI. El propio presidente Mauricio Macri fue el encargado de anunciar el inicio de las conversaciones con el organismo multilateral en medio de un nuevo récord del billete verde que llegó a tocar los $ 23,66.
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Desde la llegada de Macri al poder las relaciones con el fondo entraron en una fase de deshielo que tuvo como colorario la visita de una misión del FMI a nuestro país para revisar el "Artículo IV" que había sido suspendida durante el kirchnerismo.
En esa oportunidad, el jefe de la División de América del Sur II consideró necesario "adoptar políticas que aumenten el ahorro nacional, a saber, continuar reduciendo el déficit fiscal y mantener las tasas de interés reales positivas". Respecto a las metas de inflación prevista por el organismo, el propio Cadarelli había proyectado una suba de precios en el orden del 19,2%.
"Nuestras previsiones reflejan el resultado de la inflación en los primeros tres meses del año y una combinación de supuestos para el futuro, incluido un ritmo más lento de normalización de las tarifas de servicios públicos, aumentos salariales moderados y el mantenimiento de políticas restrictivas en el plano fiscal y monetario", había analizado el especialista.
Al ser consultado por el déficit de cuenta corriente de la Argentina, Cadarelli se había mostrado sorprendido por el "modesto desempeño de las exportaciones el año pasado" al tiempo que había advertido que "un deterioro del déficit al mismo ritmo en el futuro generaría preocupación por una dependencia excesiva del ahorro externo".
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