Los principales mercados del mundo se tiñeron de rojo ayer bajo un combo de malas noticias, señales, escandaletes y excusas que sirvieron para muchos de oportunidad para tomar ganancias. Como prueba del clima imperante ayer en los mercados basta señalar que Wall Street cerró recortando pérdidas pero en lo que fue una jornada muy negativa: el Dow Jones bajó 1,63%; el S&P 500 un 2,04%; y el Nasdaq un 2,83% (fue el peor día del índice tecnológico desde marzo). Los inversores no hicieron más que refugiarse en los bonos del Tesoro de EE.UU. (“fly to quality”) descontando el “tapering” de la Fed en noviembre, tal y como anticipó Jerome Powell hace una semana. Así las tasas de interés de la deuda estadounidense, sobre todo las más largas, se empinaron inquietando al mercado. La suba de la tasa es consecuencia de varios factores no solo el tapering. Los temores inflacionarios persisten, más aún luego de la suba del petróleo, y las crisis energéticas que estallan en todos los continentes, particularmente en China y en Europa, lo que detona recortes en las estimaciones de crecimiento. Y como si fuera poco, el caso Evergrande sigue generando escozor no solo en Asia sino también en la banca europea, como ayer lo detalló muy bien el JP Morgan en un informe a clientes, sino también en Wall Street donde la Fed le ha tirado de las orejas a los principales bancos por su exposición al grupo chino. Todo esto conforma un combo que para algunos sirve para recoger parte de las ganancias acumuladas (en el año los índices de Wall Street acumulan una suba del 25% promedio) y tomar distancia hasta que aclare el panorama.
Inversores se refugian en la deuda y las tasas continúan su rally
El fantasma de Evergrande sigue sobrevolando. Los temores inflacionarios se mantienen vivos. Las crisis energéticas en China y la UE anticipan menor crecimiento. Así el "fly to quality" se afianza.
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Tecnológicas
Vale recordar que la tecnología fue el sector más afectado por la suba de las rentabilidades de los bonos del Tesoro de EE.UU. que se produjo en los meses de marzo y abril, por lo que este factor puede suponer un lastre para el sector a corto plazo. En este sentido, el Nasdaq perdió los 14.600 puntos y los inversores pueden volver a rotar sus posiciones hacia valores más asociados al ciclo económico, debido a que la pandemia cada vez parece más controlada, tanto en EE.UU. como en Europa. De hecho, valores del sector tecnológico como Alphabet (matriz de Google), Facebook o Microsoft cayeron un 4%, mientras que Amazon perdió casi un 3% y Apple un 2%. Otro tema que afectó el sentimiento de los inversores fueron las menores previsiones de crecimiento para China por la crisis energética, que está lastrando también a las bolsas europeas. Tanto Goldman Sachs como Nomura recortaron sus expectativas de crecimiento del PIB de China del 8,2% al 7,8% y al 7,7% respectivamente, ya que la segunda economía del mundo se enfrenta a “otro choque de crecimiento” en forma de restricciones al consumo de energía.
Además, los inversores siguen pendientes de las negociaciones presupuestarias en Washington para alcanzar un acuerdo sobre el programa de infraestructuras de la Administración Biden y la financiación del Gobierno federal. En este sentido, Janet Yellen, secretaria del Tesoro, ha vuelto a insistir en que se debe aprobar la eliminación del techo de deuda antes del 18 de octubre, ya que la entidad que dirige “agotará sus medidas extraordinarias” en esa fecha si el Congreso no ha actuado y, por tanto, no podría hacer frente a sus obligaciones. Por su parte, Powell volvió a ratificar, ante el Comité Bancario del Senado, que la inflación es “elevada y probablemente lo seguirá siendo en los próximos meses antes de moderarse”. Otro asunto de interés ha sido la renuncia de dos presidentes regionales de la Fed (Robert Kaplan y Eric Rosengren), que se han visto envueltos en una gran polémica por haber realizado trading con acciones de empresas americanas antes de las decisiones sobre política monetaria del banco central.
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