Lagarde en la apertura de la Asamblea del FMI: "El camino a seguir es actuar ahora y juntos"

Christine Lagarde en la Asamblea del Fondo.

"El camino a seguir es actuar ahora y actuar juntos", así tituló su discurso Christine Lagarde en su primera presentación ante los representantes de los países miembros del Fondo Monetario, encuentro al cual asiste el ministro de Economía, Amado Boudou.

En un tono casi sentimental con menciones a la emoción de ver las 187 banderas que flamean a la entrada del edificio del Fondo, y con citas al escritor Víctor Hugo, la ex ministra de Finanzas de Francia aseveró que "dependiendo de la opción que tomemos hoy, en las semanas y meses venideros, la situación de la economía mundial puede avanzar o retroceder".

Reiteró que, de acuerdo a las previsiones económicas presentadas en el Panorama Económico Mundial el lunes, se estima un crecimiento mundial al 4% para este año y el próximo. Pero las economías avanzadas sólo administrarán un anémico-1,5% a 2%. "La recuperación es débil y desigual y los riesgos han aumentado considerablemente", advirtió Lagarde.

Con este diagnóstico instó a los 187 miembros que conforman el organismo multilateral a "actuar ahora y actuar juntos".

Luego pasó a describir, el estado de la economía mundial; el camino a seguir y el papel que debe desempeñar cada uno y finalmente cómo puede el FMI ayudar a todos los países miembros.

Respecto de la situación económica mundial, la titular del Fondo consideró que existe una retroalimentación negativa, entre un crecimiento débil, los déficits de los países, de los bancos y los hogares. Como viene ocurriendo últimamente criticó el compromiso político que lo calificó de "ineficiente". Esta combinación de factores es lo que lleva a una crisis de confianza que tiene costos no sólo económicos, sino también sociales, explicó.

Rescató a los países emergentes que están "cosechando los frutos de la aplicación de políticas sólidas" pero advirtió que el "Sur no es inmune a un traspié en el Norte". Y, para que no queden dudas de la gravedad de la situación económica dijo: "Hemos entrado en lo que he llamado una nueva fase peligrosa".

Quizás con el ánimo de tranquilizar a su auditorio afirmó que si bien se han reducido las opciones y los caminos ha seguir, "esto no significa que no hay opciones".

El objetivo de los países es tener un crecimiento, inclusivo, generadora de empleo. "Hoy, corremos el riesgo de perder la batalla para el crecimiento; corremos el riesgo de una caída en la demanda mundial", aseveró la titular del FMI. Puso el foco de la crisis en Europa y Estados Unidos y advirtió que se corre riesgo de una una caída en la demanda mundial. Sin embargo, recordó que todos estamos en el mismo barco porque el mundo esta interconectado. "Cualquier pensamiento de desacople es un espejismo" enfatizó.

Aceptó que la principal responsabilidad recae sobre las economías avanzadas que, a su juicio, debe imperativamente trabajar sobre su política fiscal y monetaria, financiera y estructural. Al respecto explico:

· Política fiscal: debe navegar entre las amenazas de socavar la credibilidad y subvaloración de la recuperación. Los países avanzados deben avanzar en la consolidación fiscal como una cuestión prioritaria pero, en algunos casos si se hace demasiado rápido, se perjudicará crecimiento y el empleo. "Por lo tanto el ritmo no debe ser ni demasiado precipitado ni demasiado vacilante", explicó. Como diría el Gral. Perón todo en su medida y armoniosamente, aunque parece que no es tan fácil encontrar el ritmo exacto. A juicio de Lagarde la clave pasa porque los países tengan sólidas políticas de ahorro en el mediano y largo plazo.

· Política monetaria: Dado que las expectativas de inflación están controladas, la política monetaria puede ser flexible. Recomendó a los Bancos Centrales "sumergirse en aguas no convencionales" como algunos lo han hecho en los últimos días. Es de suponer que se refirió la inyección de liquidez decidida por varios Bancos Centrales Europeos en los últimos días.

· Política Financiera: Se deben reforzar los balances de los bancos para que puedan prestar e impulsar el crecimiento. Reclamó por una regulación del sector financiero para hacer el sistema más seguro y sólido. También para que las crisis financieras sean menos probables y que los contribuyentes no deban ocuparse de rescatar por causa de imprudentes operadores.

· Competitividad y crecimiento: Las economías avanzadas deben continuar con las reformas estructurales: en el mercado laboral y mercados de trabajo. Asimismo hacer frente a los intereses creados en los sectores de servicios para permitir a los empresarios a prosperar y crecer y crear valor.

· Política social: El crecimiento por sí solo no es suficiente se necesita un crecimiento que genere puestos de trabajo. "Necesitamos un crecimiento que beneficie a toda la sociedad. Se necesitan también redes de seguridad social". Tanto Estados Unidos como la zona del Euro en particular tienen una responsabilidad especial. Si bien reconoció que han comenzado a trabajar en esta dirección les reclamó que aceleren las acciones.

A Estados Unidos le sugirió que reduzca su déficit fiscal a mediano y a largo plazo; que trate con urgencia el desempleo y alivie la presión en los hogares excesivamente endeudados.

A Europa les reclamó que aborden "juntos y de manera urgente" los problemas de la deuda soberana y bancaria". Que los países con mayores problemas implementen los programas comprometidos y que los socios europeos hagan todo lo necesario para apoyarlos.

Los emergentes
En general los países emergentes, señaló Lagarde, se han mostrados resistentes a la crisis porque confían más en la demanda interna.

Especialmente en Asia, que la necesita para generar un crecimiento más inclusivo. Esto puede también ayudar a impulsar la recuperación mundial.

En otros mercados emergentes con un déficit de cuenta corriente, incluso en América Latina, el reto es reducir el sobrecalentamiento y preservar la estabilidad financiera.

El rol del Fondo para Lagarde consiste en reunir a los países y facilitar soluciones integrales y colaborativas. "Los políticos pueden aprender unos de otros. Quienes soportaron la tormenta en las crisis anteriores pueden compartir su experiencia", afirmó.

Largade enfatizó que los prestamos del FMI "ayudan a suavizar los costos económicos y sociales de las crisis"

Finalmente reiteró que "se está ante otra coyuntura crítica" pues los problemas pueden ser en gran medida económicos, pero las soluciones son en gran medida políticas. Luego apeló que la dirigencia política enfrente el problema con coraje.

Manifestó su deseo que la Asamblea Anual permita llegar a diagnóstico común y a un acuerdo sobre "el conjunto de recomendaciones de políticas para proponer a sus líderes y jefes de Gobierno".