28 de febrero 2019 - 07:57

La manta corta

El Gobierno lanzó créditos para pymes con tasas menores al 30%. Pero se trata de endeudarse para surfear la crisis, no para crecer.

Es que los créditos estarán destinados a sostener capital de trabajo, descontar cheques, y el pago a proveedores. O sea, prácticamente se trata de endeudarse para cubrir gasto corriente y no para crecer. Porque además, el consumo no se recupera y no hay perspectivas de una mejora de las ventas.

Si bien es cierto que las tasas de estos préstamos, de entre 25% y 29%, están muy por debajo de lo que ofrece el mercado, lo cierto es que se trata casi de endeudarse para no cerrar. En criollo: pan para hoy, hambre para mañana.

La buena noticia dentro del anuncio es que parte, aunque muy menor, de los $ 100.000 millones se destinará a financiar exportaciones. Sería cerca del 20% del total lo que estaría orientado en ese sentido.

Las tasas de entre 25% y 29% representan un beneficio si se las compara con las que las pymes contaban hasta ahora en el sistema financiero, en momentos en que la tasa de referencia del Banco Central supera el 50%. Pero otra vez: no se trata de créditos para crecer, sino para no caer. Por otra parte, con un spread de tasa de 20 puntos porcentuales, en un año significarán entre 15 y 20 mil millones de pesos que el Gobierno desembolsará para afrontar el costo de la tasa subsidiada. Cabe la preguntas entonces sobre si este tipo de créditos es la mejor herramienta disponible para ayudar a las pymes.

El contexto económico, se sabe, no es el mejor. Caída del consumo, problemas para sostener empleos y los pagos tanto a proveedores como los servicios, entre otras cuestiones, son lo que enfrentan las empresas en la Argentina de hoy. Y particularmente las pymes son las que más lo están sufriendo.

En las últimas semanas una tras otra se han ido hilvanando las noticias sobre situaciones críticas, en algunos casos terminales, de empresas. La realidad afectó a todas, desde pequeñas hasta grandes.

De hecho, hoy mismo el Gobierno dio a conocer que en el último mes del año pasado hubo 191.300 trabajadores registrados menos que en diciembre de 2017.

En un año electoral, la apuesta del gobierno de Mauricio Macri es la de tratar de que el empleo se recupere para la segunda mitad del año. Esto acompañado, en el ideal de los estrategas de gestión y de campaña, de una baja de la inflación y una mejora del poder adquisitivo de los trabajadores, que reactive el consumo. Mientras tanto, la manta es corta.

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