14 de abril 2024 - 17:39

Se adelantó el Sell in May y una corrección sobrevuela Wall Street

No hay una suba de tasas en la agenda oficial. Sí piedra libre para que las tasas largas sosieguen los bríos (de los precios, la economía real y los mercados, y lo que se cruce). La guerra entre Irán e Israel es una realidad. Sell in May en April.

Abril comenzó con cuatro ruedas en baja en Wall Streetr.

Abril comenzó con cuatro ruedas en baja en Wall Streetr.

NYSE

La inflación a contramano, los vientos de guerra que soplan de Medio Oriente y una mirada selectiva y crítica sobre los primeros balances, los de los grandes bancos, esparcen la cizaña. Hasta marzo, no importó. El mercado alcista arrolló toda objeción que se le opuso al paso de los toros. Los problemas no son una novedad. La inflación se desbordó en enero y repitió en febrero. La FED no hizo aspavientos y siendo así, los mercados, menos. El mundo es un polvorín. Pero la geopolítica no es materia que desvele a Wall Street. Entra siempre por la ventana. Si concita interés es momentáneo. Después hace mutis por el foro. Resuelto el entuerto o no. Da lo mismo. Ucrania, por caso, no tiene solución a la vista. Y los balances, todavía magros en rentabilidad, son una promesa. Bastó pues con creerla. Como la poda de tasas de la FED. En esas condiciones, Wall Street facturó, desde noviembre, un mejora de 25% que barrió con todos los récords de 2022. Y ahora se preocupa.

En abril avanzar se hizo cuesta arriba y se cae con facilidad. La inflación al consumidor dio mal en enero (+0,3%), febrero (+0,4%) y también en marzo (+0,4%). Duplicó los registros de octubre a diciembre. La desinflación continúa, explica didáctica la FED, pero no está exenta de sacudones. No hay una suba de tasas en la agenda oficial. Sí piedra libre para que las tasas largas sosieguen los bríos (de los precios, la economía real y los mercados, y lo que se cruce). En febrero, la tasa de diez años trepó de vuelta por arriba de 4%. Esta última semana, superó 4,50%. En octubre debió arrimarse a 5% para completar la tarea. La FED se cruzó de brazos desde julio. Y seguirá así. Su baja de tasas deberá esperar que la inflación amaine, o la economía se debilite y el banco central, como cuando pivoteó en diciembre, quiera prevenir en vez de curar. Sucederá, pero no es urgente.

Bastó abrir una hendija a la duda para que entren resquemores a raudales. El ataque de Irán a Israel alienta el fantasma de un dominó letal de reacciones imprevisibles. El tablero de la energía volaría por los aires. El barril de crudo orilla los 90 dólares. ¿Lo que no pudo Putin lo logrará Netanyahu? El apocalipsis, no. Pero sí podrá sacudir el corto plazo. Y la inflación ya viene a los empujones. ¿Qué decir de los balances de los bancos? Se los aguardaba con entusiasmo la semana pasada tras el robusto informe de empleo y, antes de difundirse, cortesía del tropiezo de la inflación, ya habían apagado la algarabía. JPMorgan Chase trajo a la palestra una mano de cal y otra de arena. Las ganancias crecieron 6%, más de lo esperado. A la par, subió el costo del fondeo y el margen de intereses se achicó. La Bolsa cotizó la cal de inmediato. La acción se derrumbó 6,5%. Mal debut de los bancos, mal estreno de la temporada de balances. Y mala espina para un abril tan resbaloso después de cinco meses a pleno sol. ¿Cuán grave es todo esto? Lo grave es estar trepado a la punta del cerro. O sea, la ley de la gravedad y la sensación de vértigo, ahora que la situación fuerza a mirar también para abajo.

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El miedo no está en los precios de las accioones todavía.

El miedo no está en los precios de las accioones todavía.

Wall Street: ¿comenzó la corrección?

¿Comenzó la corrección? Empezó la agachada y sobrevuela una retracción más fuerte. La ambición furiosa de los inversores trocó a una posición neutral, según los índices de sentimiento. El miedo no está en los precios todavía. Abril arrancó con cuatro ruedas en baja y rebotó con el informe de empleo. Y esta semana volvió a caer, aunque el jueves la Bolsa contraatacó. Y el Nasdaq Combinado marcó un nuevo récord. Duró poco: toda señal de vivacidad se aplastó el viernes. El S&P 500 cayó a su mínimo del último mes, aunque no quebró aun la media corta de 50 ruedas. Cedió apenas 2,5% desde los máximos. Batalla en la antesala de una corrección. Podría perder otro tanto sin causar gran alharaca. Y no está muerto si pelea. Como los precios mayoristas se calmaron, la medida de inflación que sigue la FED, el deflactor de consumo, mejorará la foto final de marzo. Así, y con un torrente de balances bajo la manga, no está dicha la última palabra. Pero se invirtió la carga de la prueba. Las criptomonedas, el canario en la mina de carbón, ya se desplomaron. La guerra entre Irán e Israel es una realidad. Abril adelantó el Sell in May. Habrá que convencer a los chamuscados de que se trata de una oportunidad de compra. También ocurrirá pero puede llevar tiempo.

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