23 de mayo 2005 - 00:00

ArteBa supera ya las ventas de 2004

«León», acrílico (2.80 x 2) de Lorena Ventimiglia, una de lasobras expuestas en esta exitosa nueva edición de ArteBa,que se cierra el miércoles.
«León», acrílico (2.80 x 2) de Lorena Ventimiglia, una de las obras expuestas en esta exitosa nueva edición de ArteBa, que se cierra el miércoles.
Las numerosas ventas que se produjeron en la feria arteBA 2005, que cierra el miércoles, marcan una vertiginosa tendencia alcista en un mercado que el año pasado parecía declinar. Sin embargo, el mayor logro, el más importante, y que supera las operaciones comerciales, es haber colocado a la Argentina en un lugar estratégico, casi imposible de ignorar dentro del circuito internacional.

Justo al promediar la muestra, que ha brindado tanta importancia a la calidad de la exhibición como al soporte teórico que la sustenta, queda en claro que la anhelada legitimación del valor de nuestro arte, que durante tantos años se buscó en vano en el Norte, ya ni siquiera merece ser tema de debate. Y basta recorrer la feria, para percibir que por primera vez se respira optimismo, una suerte de alegría que supera el que generan las buenas transacciones, y se acerca más al orgullo que provoca la excelencia.

El viernes, Paulo Herkenhoff, director del Museo de Bellas Artes de Río de Janeiro, brindó un interesante testimonio desde la experiencia que le otorga haber sido asesor del Museo de Arte Moderno de Nueva York y curador de la más célebre Bienal de San Pablo, donde desarrolló el tema de la Antropofagia, o sea la capacidad de devorar las culturas foráneas para elaborar la propia. Posición coincidente con la de Borges, quien aseguraba que los argentinos «podemos manejar todos los temas europeos, manejarlos sin supersticiones, con una irreverencia que puede tener y ya tiene consecuencias afortunadas».

Herkenhoff
recurrió a la figura de Edipo, para objetar el pedido de legitimación de un arte excluido de la historia universal, y cuestionó «¿A qué padre tenemos que hacerle el reclamo?» Es decir, los argentinos, que durante siglos mantuvimos la mirada puesta en Europa (y luego anexamos a EE.UU.), como modelo y centro de legitimación por excelencia de nuestro arte, advertimos ahora la frustración que engendra esa demanda. El hecho de que la feria esté dedicada a Latinoamérica, no puede ser más oportuno, porque permite calibrar la actitud generosa y abierta de nuestros pares, frente a un sistema internacional que según el crítico brasileño, «posee códigos diferentes».

Claro está, y como señaló el curador del Malba, Marcelo Pacheco, asistimos a un cambio, pues hasta hace apenas una década las grandes exposiciones sobre Latinoamérica las realizaban curadores del Norte, y falta todavía insistir en cuestiones de índole práctica que construyen la legitimidad, como entre otras, «incluir voces extranjeras en los catálogos».

En la recepción de la Embajada de Brasil, el talentoso curador chileno, Justo Pastor Mellado, confesó su amor por Buenos Aires y aseguró que la ciudaden medio del desorden y la crisis conserva su «espesor», «virtud encarnada en la dignidad que otorga la supervivencia de la creatividad y la imaginación». Además, con la perspectiva amplia del extranjero, Mellado detectó el predominio del arte argentino en la muestra «Utopías Invertidas», curada por la más poderosa operadora cultural de Latinoamérica, Mari Carmen Ramírez, quien la semana pasada presentó sus lineamientos en el Auditorio de arte-BA.

Lo cierto es que se trata de la mayor exposición que se haya realizado nunca para reivindicar el arte latinoamericano, donde figuran 20 argentinos que -de acuerdo con
Mellado-, ya gozan de legitimación por haber participado de esta muestra». Y agrega un dato interesante: el trabajo de Ramírez, logró evadir el triunfalismo de México (al excluir figuras clave como Frida Kahlo y Diego Rivera), país que hasta la fecha -acaso porque ser el más cercano a EE.UU.-, ocupa el mayor espacio de consagración.

En esta ronda de amigos, el director del Museo Tamayo de México,
Ramiro Martínez, lejos de mostrar reticencia ante los dichos de Mellado, lamentó que «Utopías Invertidas» no hubiera llegado al Norte de EE.UU., para difundir esa visión enaltecedora y diferente.

Entretanto, este año las ventas crecen al ritmo que marca el coleccionista
Mauro Herlitzka, que en su debut como presidente de arteBA, demuestra que sabe potenciar la excitación que provoca incursionar en el mercado del arte, además de comunicar experiencias que acaso no estaban acabadamente expresadas, como el placer y la satisfacción que depara este tipo de compras. Esta actitud, sumada al orden y los objetivos que imponen a la gestión, Marta Fernández, Marga Macaya, Matilde Reynal,

Facundo Gómez Minujín, Adriana Rosenberg
y Andrés von Buch, entre otros directivos, más la pasión de Fito Fiterman, Juan Cambiaso y Alejandro Corres, y la dedicación ilimitada en las gerencias de Teresa Frías, Julia Converti, Maia Güemas, Constanza Patrón Costas y Eugenia Mon, han logrado que la feria exhiba, no sólo buen arte, sino también un excelente modelo de política cultural, orientada a la integración regional.

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