• No hubo diferencias entre «La liga», que se emitía el año pasado en «Canal 13», y la que se estrenó esta semana en «Telefé», tras el pase de Mario Pergolini. Este ciclo sigue el camino de los periodísticos modernos, que no buscan ya una mesa redonda para el debate entre los protagonistas sino que generan la discusión desde el formato de antagonistas y testimonios. El primer capítulo mostró la polémica por las papeleras y la postura del programa fue la no instalación de las fábricas de celulosa en Fray Bentos. El conductor/actor Diego Alonso estuvo en el corte de ruta de Gualeguaychú, conversó y tomó mate con los manifestantes, a quienes llamó «nuevos piqueteros». El segundo conductor, Malnatti, cansó con su estilo jocoso para conseguir misiones que cree imposibles, y María Julia Oliván fue a «encarar» con su estilo patoteril a quienes refutaban la postura del programa.
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• Abundan los documentales esta semana por los 30 años del Golpe. Se vio el martes el especial de «Canal 9» basado en el clima previo que se vivía esos días. El testimonio del secretario privado de Isabelita fue el nexo de las imágenes de archivo, aunque también contaron con los testimonios de Raúl Alfonsín, Graciela Fernández Meijide, Fernando Vaca Narvaja, Adolfo Pérez Esquivel, Rosendo Fraga y Antonio Cafiero, entre otros. Y los de siempre, Federico Luppi y Héctor Alterio desde España con la visión desde el exilio. El especial de «Telefé» evitó el reiterativo archivo y recurrió a las historias de vida. Lástima su conductor, Gastón Pauls, quien caminó y habló solo como en «Ser urbano» aunque menos, pues se priorizaron las entrevistas. El objetivo de Pauls fue el de siempre: sacarle lágrimas al entrevistado y al televidente. Logró buenos retratos aunque sobró el toque autobiográfico del conductor.
• Dolores Fonzi estuvo por partida doble en dos programas seguidos, en el mismo canal: se la vio en el final de «Soy tu fan», comedia que escribió, produjo y dirigió y en «El tiempo no para». El final de «Soy tu fan» tuvo a Gael García Bernal, que luego de «Amores perros» se convirtió en niño mimado de Hollywood y también en novio pasajero de Fonzi. En el último episodio, el personaje de ella (al que llaman Charly García) viajaba a México pero el panorama se complicaba con el apunamiento por la altura, el clima y la comida. Luego llegó García Bernal para un final donde comían y dormían felices. Ingeniosa la frase que anunciaba «Sin fin» dejando abierta una posible segunda parte.
• «Caiga quien caiga» ya grabó la nueva apertura que consiste en una Academia como la de Operación Triunfo, pero con aspirantes a políticos. Mario Pergolini, Eduardo de la Puente y Juan Di Natale interpretan a tres de los candidatos a quienes les enseñan a ser hipócritas, sobornar y corromper, «tal como prometen ser los futuros políticos en Latinoamérica». La contradicción eterna de Pergolini: si tan mal le cae la política es raro que Néstor Kirchner y Cristina Fernández tengan pantalla segura en su programa. Pergolini consigue como casi ningún periodista tenerlos como entrevistados pero luego despotrica contra la clase política.
• El nuevo programa del mediodía de «América», «Gou», ofrece la posibilidad de cambiar un auto 0 km. por el coche usado que trae el participante. La dinámica resulta algo engorrosa pues parte de una fila de autos en la puerta del estudio y sigue con una pregunta que debe responder el automovilista para quedar seleccionado. Luego, les llenan el auto de calcomanías y continúan respondiendo preguntas hasta que finalmente la suerte es la que define si ganan. Conducen el programa el ex-movilero de «Intrusos» Luis Piñeyro y la ex-«Nico» Daniela Fernández, que aturde con gritos exaltados, creyendo quizá que de ese modo imprime ritmo al programa.
• Los juegos telefónicos de «Las noches de Jack» que emite «Canal 13» a la madrugada fallan en lo mismo que todos los ciclos de esta índole: mientras aguardan el llamado de algún televidente insomne dispuesto a gastar en 0-600 llenan los minutos muertos con recursos escasos. En las últimas emisiones el atractivo consistía en dos hombres con bigotes, disfrazados de motoqueros pero con flacos torsos desnudos bailando detrás de la conductora. Si siguen insistiendo en atraer participantes con ese gusto, el programa naufragará en breve.
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