Avatares de la TV

Nuevo récord anual de rating con el partido que consagró a Boca campeón de la Copa Libertadores, con 43.7 puntos promedio de rating para «Canal 13» y un pico de 53.7. Astuto el monopolio «Clarín», que siempre busca acomodarse con los ganadores. No sólo optó por transmitir los festejos de Boca Campeón sino que en lugar de pasar a «Policías en acción» presentó una entrevista en vivo a Mauricio Macri. Curioso si se tiene en cuenta que el día de las elecciones a Jefe de Gobierno, el 3 de junio, «Canal 13» y «TN» apoyaban a Daniel Filmus y atacaban a Macri. Los tiempos cambian.

Néstor Kirchner animado, por dos (no en el sentido de estado de ánimo, sino de cine de animación, claro): en «Sony» se lo vio como parte del programa de dibujos para adultos «Nada que ver», donde se mostraba una cumbre para salvar al mundo liderada por «Coffee Annan», caracterizado con una taza de café en su cabeza, reunido con los presidentes Vladimir Putin (para salvar el mundo ofrecía danza de prostitutas), José Luis Rodríguez Zapatero (ofrecía a Julio Iglesias) y Kirchner (interpretaba un show de mimo porque «No tengo nada interesante para decir»). Las cucarachas de «CQC» transmitieron desde la Casa Rosada y criticaban la visita de Marcelo Tinelli la semana pasada al despacho de Kirchner, donde descubrían que se había instalado un caño. Pero más tarde reculaban: no lo habían puesto allí por Kirchner para el baile del caño sino que «lo había encargado Fernando de la Rúa para llegar más rápido a la terraza».

Desopilante en «CQC» el informe sobre el antes y el después del matrimonio Raúl Castells-Nina Peloso, que pareció una antesala a las nuevas declaraciones de la piquetera a la revista de chismes «Pronto», donde posa cual diva y afirma que la llamaron para protagonizar novelas con Pablo Echarri y Facundo Arana. En «CQC» expresaban que Castells y Peloso: Antes cortaban las calles, ahora cortan la manzana en el programa de Sofovich; antes denunciaban al poder, ahora denuncian al jurado de «Bailando por un sueño». Peloso posó como bailarina para la revista y dijo que si «me ofrecen algo parecido a lo de Bailando y la asamblea lo aprueba, me animo. Todo lo que hago es para la gente que lucho». Fue así que hizo piruetas en el caño vestida de Gatúbela, lo que debe haber ofendido a su «gente» pues le habían pedido que fuera prudente con el vestuario.

Sin debate entre Filmus y Macri, los movileros se creyeron originales en intentar buscar el tan codiciado cruce y lo lograron a medias, en «CQC» con un debate express y en «Argentinos por su nombre», Andy Kusnetzoff intentó hacer debatir a los candidatos pero los apretujó para la foto y no mucho más. A los que sí tuvo bien juntos Kusnetzoff fue a Matías Alé y Graciela Alfano, en un recorrido por la ciudad. Mirtha Legrand demuestra que cumplirá con su voto cantado a favor de Macri pues lo tuvo ayer de invitado al almuerzo junto a Gabriela Michetti y Teté Coustarot. Si bien en las huestes de Filmus dicen que quedó afuera porque hoy ya rige la veda electoral, la producción de Legrand asegura que no agradó a la gente de Filmus el voto cantado de Mirtha.

Conserva el mismo humor negro que «Borat» el programa con Sacha Baron Cohen, «Da Ali G. Show», donde interpreta a un entrevistador hiphopero aunque también presenta fragmentos desopilantes del supuesto reportero de Kazajstán. Invitó al piso al dueño de « Harrod's», el egipcio Mohamed Al Fayed, a quien le obsequió un pasaporte inglés habida cuenta de que las autoridades de Gran Bretaña todavía se lo niegan, pese a ser uno de los empresarios más prósperos del país. Hubo una nota imperdible con un especialista en drogas que mencionaba los efectos, a lo que Cohen remataba: «¿Y los efectos malos cuáles son?». No tuvo desperdicio el reportaje a un miembro de la CIA que reconocía que en los mecanismos de la agencia no descartan la tortura psicológica y el supuesto reportero de Kazajstán participó de una marcha contra la matanza de animales pero moritificó a los presentes: «En mi país matamos perros y gatos». Antes había hecho confesar a varios ingleses que «Matar animales me hace sentir más hombre».   

«Telefé» confía en el quinto «Gran hermano», para lo que se enorgullece difundiendo el «éxito del segundo día de casting con cientos de jóvenes que esperaron toda la noche. La tendencia demuestra que más hombres que mujeres se animaron a realizar el casting». Los comerciantes de la zona aprovecharon la avalancha y abrieron sus kioscos toda la noche para alimentar al gentío mientras los vecinos se quejaban de la postal de jóvenes tomando alcohol y haciendo sus necesidades en la calle. Ayer los resúmenes alternaban casting con el «Gran hermano famosos», donde sometieron a los participantes a la prueba del voicegraph, un software que, mediante el tono de la voz, puede detectar si se dice la verdad o no. Lástima que el detector de mentiras de, por caso Maxwell Smart, era mucho más divertido.

Si bien con esto último no parece que «Telefé» fuera a mejorar su rating, la última jugada fue el cambio de horario de la maltratada «El capo», que deja la noche para pasar al mediodía. La novela con Miguel Angel Rodríguez y Roberto Carnaghi ya había sido suspendida varios días desde su comienzo. Se supo que el elenco y los autores no derrocharon alegría al enterarse de semejante revés.

Cada uno escribe la noticia como quiere», dijo ayer Mario Pergolini en «Rock & Pop», en referencia a la nota del diario del monopolio «Clarín» donde destacaban, entre los programas radiales de 6 a 9, a Roberto Pettinato, Elizabeth Vernaci y Fernando Peña. Casualmente olvidaron al lider de esa franja, Beto Casella, con la habitual tergiversación a favor de los medios del monopolio «Clarín». Daban a entender que ganaba Pettinato, lo que Pergolini cuestionó y hasta «defendió» a Casella como lider de la mañana en la Mega. Curiosa la ponderación de Pergolini a Casella si se recuerda que se han cruzado verbalmente alguna vez. Sin embargo, Pergolini buscó ante todo marcar el «olvido» del monopolio «Clarín» más que destacar el nivel del programa de Casella, quien desde «Bendita TV» en «Canal 9» siempre resalta los errores de «Clarín».