Londres (EFE) - Las compañías tabacaleras pagaron millones de dólares a estrellas de Hollywood en los años 30 y 40, a cambio de apoyar sus marcas de cigarrillos, según un estudio que publicó ayer la revista médica británica «British Medical Journal». La investigación, hecha por expertos de la Facultad de Medicina de la Universidad de California, cubre el período 1927-1951, y se basa en el análisis de contratos entre tabacaleras y actores.
El contenido al que quiere acceder es exclusivo para suscriptores.
De acuerdo con los autores, que examinaron también avisos de esa época procedentes de archivos de universidades y de periódicos estadounidenses, la presencia de escenas de fumadores en muchas películas de hoy tiene su origen en esos contratos. Entre los que se beneficiaron de esos acuerdos se destacan Clark Gable, Spencer Tracey, Joan Crawford, John Wayne y Bette Davis. En pago de esos testimonios de apoyo de las estrellas, los estudios cinematográficos y sus películas sacaron partido a la difusión de avisos publicitarios en diarios y emisoras de radio costeados por lucrativos pactos sufragados por las tabacaleras. Los estudios que más se beneficiaron de ese tipo de contratos fueron Paramount y Warner Bros, con la promoción de la marca Lucky Strike -de la empresa American Tobacco-en los años treinta, y de Chesterfield -de la compañía Ligget & Myers-en los cuarenta.
Como ejemplo, los expertos de California mencionan a American Tobacco, que a finales de los años treinta pagó a los actores que promovieron los cigarrillos Lucky Strike unos 218.750 dólares, que equivalen a 3,2 millones de dólares de dinero actual.
Asimismo, Ligget & Myers gastó en 1946 el equivalente a 50 millones de dólares actuales en anuncios de Hollywood, más que todos los fondos invertidos para que los estudios Paramount, 20th Century Fox, Warner Bros y Columbia Pictures publicitasen sus marcas.
Las estrellas podían ganar hasta 5.000 dólares (75.000 dólares de hoy) por cabeza al año, explican los autores, al precisar que unos doscientos actores -entre ellos más de treinta de los más renombrados de la época-participaron en esos acuerdos.
Esa práctica prevaleció pese a varios intentos oficiales para ponerle fin, como cuando la Comisión Federal de Comercio falló en 1927 contra American Tobacco.
La Comisión dictaminó la prohibición del uso de declaraciones de actores a favor de los cigarrillos de la tabacaleras, a menos que los actoreslas pusieran por escrito y aportaran opiniones «auténticas, autorizadas e imparciales».
Sin embargo, las pruebas examinadas por los investigadores muestran que los estudios se aprovecharon de sus contratos con las tabacaleras para ejercer un control sobre sus estrellas, hasta el punto de negociar sus testimonios en los avisos de cigarrillos.
Los expertos concluyen que la aparición del cigarrillo en los films se asocia normalmente con adolescentes y jóvenes adultos que empiezan a fumar. No obstante, «su persistente presencia en las principales películas tiene su raíz en los acuerdos mutuamente beneficiosos entre las industrias del cine y del tabaco durante los años treinta y cuarenta».
Dejá tu comentario