4 de septiembre 2025 - 13:52

"La mujer de la fila", un sobresaliente estreno nacional

Natalia Oreiro, en brillante labor, encabeza el elenco del largometraje de Benjamín Ávila, basado en el caso de un hombre encarcelado por error de la policía

Natalio Oreiro al frente del elenco de La mujer de la fila, de Benjamín Ávila

Natalio Oreiro al frente del elenco de "La mujer de la fila", de Benjamín Ávila

A veces la policía se equivoca. El hijo de Andrea Casamento padeció seis meses en la cárcel de Ezeiza solo porque lo confundieron con otro. Y durante esos meses la madre sufrió lo indecible, hizo largos kilómetros, larguísimas filas para verlo, llevarle ropa y comida, sufrió requisas vejatorias, el recelo de otras madres, la mirada hipócrita de quienes suponía sus iguales.

También durante esos meses pudo descubrir la humanidad de muchos presos y el corazón de las otras mujeres que estaban sufriendo igual que ella, y supo organizarlas. Así surgió la Asociación Civil de Familiares de Detenidos. Así, además, porque no hay mal que por bien no venga, conoció a un buen hombre.

En esa historia se inspira el director Benjamín Ávila para hacer “La mujer de la fila”, que no es una biopic de Casamento, porque en muchos aspectos difiere bastante. Con inteligencia, toma las circunstancias mencionadas y las enriquece aportando otras situaciones, otras reacciones.

Las actitudes del chico que la madre no comprende, la vergüenza y el fastidio ante la prejuiciosa piedad de algunos seres cercanos, la reacción de la hermanita, la evolución que va desde la ciega prepotencia hasta la comprensión de la propia impotencia y a partir de allí el cambio, lo que se llama “el descubrimiento del otro”, en este caso, de las otras, mayormente de otra clase social, otra cultura, gente con la que quizá nuestro personaje nunca se había hablado. Y junto a eso, las reglas del penal, tanto las que impone el Servicio como las que manejan los penados, según puede deducirse, con un manejo que llega hasta los tribunales.

Llena de ricos apuntes sobre el comportamiento de las personas, Interesante e impresionante para quien nunca tuvo que pasar por las circunstancias que acá se muestran (y que se muestran con el debido conocimiento y con respeto, sin exageraciones), la película emociona con total limpieza, y con una actriz fuera de serie, Natalia Oreiro, presente prácticamente en todas las escenas, a cara lavada, con el pelo llovido, tierna, desaforada, desesperada, orgullosa, destruida, recompuesta, una composición admirable, e impecable.

Y siempre, al servicio de la trama. La acompañan Alberto Anmann como el preso curtido que le da una mano, Federico Heinrich, el hijo adolescente con toda su complejidad, Lide Uranga, Amparo Noguera, la Tigresa Acuña, lástima que en un papel demasiado corto.

Nuestro cine reciente destaca tres muy buenas películas de asunto carcelario y buen material para la reflexión: “La visita”, de Leandro Colas, filmada en Sierra Chica, “Crímenes de familia”, de Sebastián Schindel, y ahora “La mujer de la fila”, de Benjamin Avila. Un detalle: “La visita” era bastante divertida, pero se guardaba para el final aquel tango de Lomuto y Contursi “Sombras, nada más” (“Pude ser feliz, y estoy en vida muriendo”).

“La mujer de la fila” es controladamente dramática, pero el final tiene una sonrisa, y el tema de Tejada Gómez e Isella “Canción de las simples cosas”, en dulce interpretación de Oreiro acompañada por Ricardo Mollo.

“La mujer de la fila” (Argentina-España, 2025); Dir.: B. Avila; Int.: N. Oreiro, A. Anmann, F. Heinrich, A. Noguera, M. Acuña, L. Uranga.

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