(05/09/2001) Nueva York (ASN) - La más influyente crítica cinematográfica de los Estados Unidos, Pauline Kael, de 82 años, murió ayer en Massachusetts. Kael, autora de varios libros, escribió por casi 30 años en «The New Yorker» y ayudó a llegar a la fama a directores como Martin Scorsese, Robert Altman y Steven Spielberg.
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En sus críticas encantaba a sus lectores y hacía enfurecer a sus enemigos: tenía un modo de escribir agudo, lleno de intelectualidad y también llano, y creó legiones de acólitos conocidos como «Paulettes». En sus juicios categóricos era a menudo provocadora como cuando relativizó el papel de Orson Welles en «Ciudadano Kane» y proclamó que el estreno de « Ultimo tango en París» era un acontecimiento cultural parangonable a la primera audición de « La consagración de la Primavera» de Igor Stravinsky en París.
Los films de la década del '70 eran sus preferidos: desde «El Padrino» de Francis Ford Coppola hasta «Taxi Driver» de Martin Scorsese y «Mash» de Robert Altman. En la Argentina acaba de ser reeditado su controvertido libro sobre « Ciudadano Kane», en el que atribuye casi todo el valor del film al guión de Herman J. Mankiewicz y le resta importancia al papel de Welles como director. También se publicó de ella en Buenos Aires el libro «Kiss Kiss Bang Bang», con una antología de sus mejores críticas cinema-tográficas. Entre sus opositores férreos se contaron el crítico y director de cine Peter Bogdanovich y el crítico y teórico Andrew Sarris, difusor en los Estados Unidos de las teorías «de autor» de la corriente francesa.
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