El mercado de criptomonedas tuvo una de sus semanas más vibrantes del año con nota alcista. El precio de Bitcoin superó los u$s109.000 el lunes, mientras que los fondos cotizados en bolsa (ETF) de Bitcoin al contado en EEUU registraron entradas netas que rozaron los u$s890 millones. Este impulso coincide con la expectativa del mercado ante la juramentación de Donald Trump, un evento que parece haber inyectado optimismo en los mercados financieros.
Bitcoin: los ETF agregaron u$s890 millones la semana previa a la asunción de Trump
Bitcoin se consolida como una inversión estratégica impulsada por la adopción institucional y su potencial de crecimiento, especialmente en un entorno de cambios políticos y económicos globales.
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Bitcoin refuerza su dominio: el capital institucional sigue fluyendo
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El Bitcoin avanza con moderación y busca superar los u$s97.000, con la mirada puesta en EEUU

Bitcoin se consolida como una inversión estratégica impulsada por la adopción institucional y su potencial de crecimiento.
Los ETF Bitcoin con flujos globales positivos
Según datos de SoSoValue, los ETF de Bitcoin en EEUU alcanzaron una entrada neta de u$s887,15 millones, marcando la mejor semana del año para estos productos financieros. Las cifras llegan en un contexto de variabilidad económica y a medida que los inversores evalúan las perspectivas de políticas económicas bajo la administración Trump.
Entre los grandes ganadores, el ETF de Bitcoin de BlackRock (IBIT) lideró con más de u$s745 millones en entradas, mientras que el fondo de Fidelity (FBTC) sumó u$s680 millones. Sin embargo, no todo fue optimismo: el Grayscale Bitcoin Trust (GBTC) registró salidas de u$s145 millones, reflejando una consolidación de portafolios por parte de algunos inversores.
Cambios en las carteras de los multimillonarios
El atractivo de Bitcoin también se refleja en los movimientos de los principales inversores. Algunos multimillonarios han comenzado a reducir su exposición a acciones tecnológicas como Nvidia, que experimentó un crecimiento explosivo del 2,100% en los últimos cinco años gracias a la demanda de chips para inteligencia artificial (IA). Sin embargo, factores como restricciones de exportación a China y posibles investigaciones antimonopolio han llevado a inversores como Israel Englander (Millennium Management) y Yan Huo (Capula Management) a diversificar hacia Bitcoin.
Englander incrementó su posición en el ETF de BlackRock en 12,6 millones de acciones durante el tercer trimestre de 2024, mientras que Huo añadió 1,1 millones de acciones a su portafolio. Este cambio de enfoque sugiere un renovado optimismo hacia la criptomoneda líder, especialmente en un contexto de halving reciente y proyecciones alcistas a largo plazo.
Mientras Nvidia enfrenta desafíos estructurales, Bitcoin emerge como una alternativa con potencial de crecimiento significativo. Cathie Wood, de Ark Invest, predice que el precio de Bitcoin podría dispararse de u$s100,000 a u$s3,8 millones para 2030. De cumplirse esta proyección, los ETF al contado podrían experimentar un aumento del 3,700%, transformando una inversión de u$s10.000 en u$s380.000 en apenas cinco años.
No obstante, estas estimaciones deben tomarse con cautela. Bitcoin, a diferencia de las acciones tradicionales, opera bajo un sistema de suministro finito de 21 millones de monedas, con 19,9 millones ya minadas. Los halvings, como el reciente de abril de 2024, reducen la recompensa minera cada cuatro años, limitando aún más la emisión de nuevas monedas.
¿Qué sigue para Bitcoin?
La expectativa del mercado está cargada de catalizadores positivos. Desde el respaldo institucional de gigantes como BlackRock y Fidelity hasta la próxima reducción programada del suministro en 2028, el panorama parece prometedor para Bitcoin. La correlación entre políticas económicas, optimismo macroeconómico y adopción institucional sugiere que la criptomoneda seguirá captando la atención de inversores que buscan alternativas en un mundo de incertidumbre financiera.
En el umbral de una nueva era bajo la administración Trump, Bitcoin se posiciona como una apuesta estratégica, tanto para diversificación como para crecimiento a largo plazo. La pregunta ya no es si Bitcoin puede superar su propio techo, sino cuánto más alto puede llegar en los años por venir.
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