En el actual escenario electoral argentino, los inversores buscan alternativas sólidas para resguardar sus carteras en dólares frente a la volatilidad cambiaria. Dentro del menú de opciones, los bonos soberanos bajo legislación extranjera conocidos como globales, los Bonares regidos por ley argentina, los Bopreales y las Obligaciones Negociables corporativas ofrecen distintos niveles de riesgo y retorno que permiten construir estrategias diversificadas de cobertura y rendimiento.
Del GD30 a los Bopreales: el menú de inversiones en dólares frente al riesgo país
En medio de la volatilidad cambiaria y a pocas semanas de las elecciones, los inversores buscan cobertura en dólares. Bonos soberanos bajo ley extranjera, Bonares locales, Bopreales del Banco Central y Obligaciones Negociables corporativas ofrecen diferentes combinaciones de riesgo y retorno para perfiles moderados y agresivos.
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El inversor con perfil moderado dispone de un abanico de instrumentos que combinan rentabilidad y cobertura en moneda dura.
Los bonos globales emitidos bajo ley de Nueva York representan el segmento más defensivo. La jurisdicción extranjera otorga mayor seguridad jurídica y explica sus rendimientos más bajos en comparación con los títulos bajo ley local. Hoy el GD30 rinde 14,68%, el GD35 un 13,12% y el GD41 un 13,03%. Son elegidos por inversores que priorizan la estabilidad legal y la exposición a mediano y largo plazo, aunque su sensibilidad al riesgo país y la menor liquidez en algunos tramos de la curva constituyen debilidades a tener en cuenta.
En contraste, los Bonares bajo ley argentina ofrecen rendimientos más elevados en compensación a la menor protección legal. El AL29 rinde 17,9%, el AL30 16,4% y el AL41 13,67%, mientras que el AE38 se ubica en torno al 15%–16%. Su principal atractivo radica en las mayores TIR, buscadas por inversores con un perfil más agresivo, aunque su exposición al riesgo normativo y político local limita su potencial como instrumentos defensivos.
Los Bopreales, emitidos por el Banco Central, constituyen una alternativa particular dentro de la deuda en dólares. A diferencia de los bonos soberanos tradicionales, su función principal es ofrecer cobertura frente a la volatilidad cambiaria y al mismo tiempo actuar como instrumento de política monetaria. Actualmente, el BPO28 rinde 13,09%, el BPOA7 5,05% y el BPB7D 6,35%. Si bien algunos tramos presentan rendimientos más moderados, son buscados por inversores que buscan exposición en dólares dentro de un marco regulado por la propia autoridad monetaria, lo que les otorga una dinámica distinta a la de la deuda soberana bajo ley extranjera o local.
El panorama político resulta determinante para todos estos activos. Si el Gobierno nacional consolida un triunfo en las elecciones del 7 de septiembre y lo ratifica en los comicios de octubre, el riesgo país podría perforar los 450 puntos básicos. Ello implicaría una suba del precio de los bonos y una baja en sus TIR, dado que la percepción de riesgo se reduciría, y habilitaría condiciones para que Argentina vuelva a acceder a los mercados globales de deuda privada. Este escenario es seguido de cerca por los inversores, ya que marcaría un cambio estructural en las perspectivas de financiamiento.
Además de los títulos soberanos y provinciales, las Obligaciones Negociables corporativas en dólares ofrecen alternativas interesantes para quienes buscan diversificación en sectores estratégicos de la economía real. Entre ellas destaca la ON de MSCI Energy (RUCDD) con una TIR del 12,24 %, dirigida a perfiles más agresivos por su elevado rendimiento y mayor exposición sectorial. La ON de YPF (YM37D), con una TIR del 6,91 % y vencimiento en 2037, resulta atractiva para perfiles moderados de largo plazo, respaldada por la posición estratégica de la petrolera estatal en el mercado energético. Vista Oil & Gas, con la ON VSCTD al 8,26 %, representa una apuesta a la expansión de Vaca Muerta, mientras que Telecom, con la ON TLCMD al 8,56 %, refleja la importancia del sector de telecomunicaciones y su potencial en conectividad y tecnología.
El espectro se completa con otras ONs de compañías líderes del mercado argentino que diversifican aún más el riesgo corporativo: Pampa Energía (MGCND) al 6,44 %, Pan American Energy (PNXCD) al 7,16 %, Aeropuertos Argentina 2000 (ARC1D) al 7,50 %, IRSA (IRCPD) al 8,12 %, Arcor (RCCRD) al 5,59 % y Mastellone (MTCGD) al 9,69 %. Cada una de estas empresas representa un sector clave, desde energía y alimentos hasta real estate e infraestructura, reforzando la relevancia de estos instrumentos como cobertura en dólares.
En conclusión, el inversor con perfil moderado dispone de un abanico de instrumentos que combinan rentabilidad y cobertura en moneda dura. Los bonos soberanos bajo ley extranjera ofrecen defensividad, los Bonares mayor retorno con mayor riesgo, los Bopreales un punto intermedio, y las ONs corporativas exposición a sectores estratégicos. El resultado de las elecciones definirá el rumbo inmediato: una reducción del riesgo país y un eventual regreso a los mercados globales podría potenciar la valorización de los bonos, consolidando el atractivo de la deuda argentina en un momento en que la cobertura en dólares resulta esencial.
Analista Financiero- Exembajador del Foro Internacional de los Municipios BRICS + en Argentina
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