4 de octubre 2013 - 22:23
"Confío en una resolución diplomática"
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P.B.: Si uno se pone racional y frío, uno dice es absolutamente ilógico, se cae del árbol, es una acusación ridícula. Emocionalmente es difícil; están acusando a tu hija de pirata. Hay que transitar el momento. Más allá de cualquier análisis que uno pueda hacer racional hay que pasar la presión de todos lados, la imposibilidad de ir a trabajar porque uno tiene que parar su vida y lo hacés porque lo hacés por cualquier de tus hijos. La vida te cambia; tener que hacer esto que uno no está acostumbrado; tratar de estar entero para los otros. Es difícil; lo único que me interesa y lo único que digo es tengo a mi hija acusada de algo que no es a 14 kilómetros de distancia, todo lo demás no me importa.
Periodista: Todavía no pudiste tener contacto con Camila. ¿Cómo pensás que está ella?
P.B.: Camila es súper fuerte, decidida. Hasta te digo; ella debe estar pasando un mal momento en lo personal pero contenta de que se logró lo que ellos querían y era que todo el mundo estuviera hablando del Ártico. Ahora estamos todos hablando del Ártico. Es era el objetivo de Camila como de cualquier otro activista: si vos querés visibilizar una problemática y lográs que todo el mundo hable de esa problemática es tocar el cielo con las manos. A un precio, por supuesto. Es eso lo que podés llegar poner un poco en tela de juicio pero también es relativo. Uno elige. Tiene 21 años. Para mí es tan chica como también es tan grande para otras cosas; yo no acepté que mi hija de 13 años viajara. Acepté que una mujer venga y me diga me eligieron y me voy a ir".
Camila Speziale estudia fotografía y es voluntaria de Greenpeace desde hace por más de 4 años. Participó de campañas en el Riachuelo y también en San Juan contra la megaminería de la Barrick Gold. Por eso su mamá dice que Camila "no apareció" de un día para el otro en el Ártico. Está orgullosa de su hija y le pide que "aguante un poquito más".
P.B.: Que siga fuerte; que esto va a llegar a una resolución favorable. Yo en eso estoy totalmente esperanzada. Creo que se les va a ir de la mano en algún momento. Son muchos países, mucha presión, una cosa tan ridícula. Que aguante un poquito más; cuando vuelva nos vamos a tomar un mate y a reír de lo que pasó. Va a tener un montón de anécdotas para contar. Para ella fue un crecimiento y debe ser un crecimiento personal enorme, una experiencia enorme. Se va a traer un montón de gente que la quiere. La conozco, seguramente se debe haber hecho amiga de todos los activistas así que va a tener un montón de lugares en el mundo para conocer y yo voy a tener que recibir a todos sus amigos europeos en casa.
Periodista: ¿Cómo ha sido el acompañamiento por parte del gobierno argentino?
P.B.: Desde el primer día nos apoyaron, con llamados diarios, hasta dos veces por día desde la Dirección de Argentinos en el Exterior. Todo el apoyo; y cada información que tienen oficial, somos los primeros en enterarnos. Desde ese lugar, te sentís re contra acompañado. La embajada argentina allá también; excelente, no nos podemos quejar. El cónsul estuvo siempre con ella y ahora hay otra persona también con ella que nos mandó un mail contándonos que estuvo con ella, que le llevó ropa, comida. Se están encargando de que coma bien, de que tenga material de lectura. Además de los voluntarios de Greenpeace. Pero más allá de los voluntarios que atienden a los 30 que está detenidos nos alivia saber que a la par haya una persona dedicada a Camila. Hay una oficina consular instalada en Murmansk. Llamalo como quieras mecanismo de defensa; apuesto a la resolución diplomática mas que a la judicial. Creo que se tienen que poner de acuerdo los gobiernos y la presión tiene que ser por ese lado.
Paula Boscaroli y Néstor Speziale tienen seis hijos. Camila es la mayor; después vienen Tomás de 17; Valentina de 13; los mellizos Abril y Pedro de 5 y Juan Martín de 4. Viven en el barrio de Caballito. Paula es asistente social y Néstor profesor de educación física pero de escuela pública. "No es el típico docente de escuela privada de clase alta; siempre le gustó estar en los colegios del Estado, con los chicos más carenciados", cuenta Paula para definir su familia como "muy grande y muy linda" y, principalmente, "con mucho compromiso social".
En esa misma casa de Caballito, Camila tiene su cuarto para ella sola. . "Las cosas antiguas le gustan mucho. Tiene su cuarto decorado con muchas cosas que eran de mi suegra, cámaras de foto, filmadoras, súper 8, le encanta armarse el cuarto así; muy rustico, con cosas usadas", cuenta Paula. El cuarto de Camila hoy está cerrado con llave. Su mamá decidió ordenarlo para que quedara "divino" porque Camila "es muy ordenada".
"Está cerrado, esperándola. Está esa cosa de que puede volver en cualquier momento y quiero que el cuarto esté ordenado. Una boludez; porque de acá a una semana seguramente no vuelva. Tomás me pidió el otro día para ver el partido de Boca porque en su cuarto se veía mal y que ahí en el cuarto de Camila estaba más cómodo. Está bien, le digo, después me das la llave y la guardamos. No es que está herméticamente cerrado. Pero qué sé yo; por las dudas...".
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