Tras una intervención del Gobierno, los delegados del subterráneo porteño levantaron el paro convocado para la tarde-noche, en principio por reclamos salariales contra la empresa Metrovías pero en el fondo por su histórica e insatisfecha demanda de personería gremial.
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"Seguimos reclamando la inscripción gremial que nos corresponde y que nos facilitaría el acceso a ámbitos de discusión colectiva sin tener que llegar a situaciones conflictivas como las que podrían haberse dado", dijo Néstor Segovia, uno de los delegados del subterráneo.
Los delegados que encabezaron la protesta responden a la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y el Premetro (AGPSYP) y exigen autonomía de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), un gremio que integra la CGT de Hugo Moyano y que por ende tiene afinidad con el Gobierno nacional.
"Hace más de dos años presentamos el pedido de inscripción, la ley nos ampara, pero el Gobierno ha dejado a las claras que la intención que tiene es seguir privilegiando a una organización, la UTA, que no representa a los trabajadores del subte", señaló Claudio Dellecarbonara, delegado de la línea "B".
De todos modos, el Gobierno buscó poner paños fríos para evitar un nuevo paro en el subte y agendó una nueva reunión para el próximo jueves, informaron fuentes oficiales. El buen clima en la reunión en cartera laboral, presidida por el jefe de Gabinete Norberto Ciaravino, posibilitó que tras una asamblea posterior los delegados emitieran un comunicado en el que informaron el levantamiento de la medida de fuerza.
El paro del servicio en hora "pico" hubiera afectado a miles de usuarios que utilizan el servicio para regresar a sus hogares tras la jornada laboral, mientras que voceros de Metrovías aseguraron que se trató de una movida "más política que de orden laboral".
"Luego de consultar con los compañeros, la medida de fuerza que había sido votada para la tarde de hoy fue suspendida, demostrando nuestra buena disposición al diálogo para encontrar soluciones", expresó el comunicado del Cuerpo de Delegados.
Por último, recordaron que están reclamando un incremento salarial del 35 por ciento, la restitución del 2 por ciento por año de antigüedad y la actualización de los viáticos.
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