La petrolera YPF aseguró que "mantiene la provisión de combustible" en toda su red de abastecimiento, pero los propietarios de estaciones de servicio independientes aseguran que falta nafta y piden al Gobierno que baje los impuestos o autoricen aumentos de precios.
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Ante las versiones de desabastecimiento, la petrolera local destacó que mantiene "al ciento por ciento" su capacidad industrial en las tres refinerías que posee: La Plata, Mendoza y Plaza Huincul.
A través de un comunicado, YPF puntualizó que el 54,9 por ciento de las naftas que se venden en la Argentina son de esa empresa, cifra que "triplica el volumen de despachos de su inmediato competidor".
De este modo, la petrolera salió al cruce de publicaciones periodísticas que alertaban sobre desabastecimiento de naftas súper en YPF y en sus tres competidoras del mercado local: Esso, Shell y Petrobras.
Por el contrario, la titular de la Federación de Expendedores de Combustibles (FECRA), Rosario Sica, advirtió que "la situación es gravísima porque falta nafta en todo el país debido al congelamiento de precios que hay desde julio".
"Con la suba del precio del crudo y el segundo aumento de salarios que otorgamos, nosotros nos hemos quedado casi sin margen de ganancias", se queja la presidenta de la entidad.
Sobre los posibles caminos para solucionar el conflicto, Sica señaló que "hay dos soluciones: bajar impuestos o aumentar los precios, no hay soluciones mágicas".
Estimó que el precio de los combustibles debería estar al mismo nivel de Brasil y Chile y así estimó que el litro de gasoil tendría que costar alrededor de 6,50 pesos.
Los propietarios de estaciones de servicio apuntan hacia el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, por la situación que atraviesa el sector. Es que, según los estacioneros, la política de congelamiento que impulsó Moreno provocó una fuerte caída en los ingresos que dificulta la actividad.
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