16 de febrero 2008 - 00:00

A horas de los comicios en Pakistán, un atentado dejó 40 muertos

Cuarenta personas murieron ayer en distintos atentados explosivos cometidos en las ciudades paquistaníes de Parachenar y Mingora
Cuarenta personas murieron ayer en distintos atentados explosivos cometidos en las ciudades paquistaníes de Parachenar y Mingora
Islamabad (ANSA) . - Cuarenta personas murieron ayer en distintos atentados explosivos cometidos en las ciudades paquistaníes de Parachenar y Mingora, noroeste del país, a dos días de las cruciales elecciones legislativas, marcadas por un clima de violencia.

Fuentes del Ministerio del Interior informaron que 37 personas murieron ayer y 110 resultaron heridas en un atentado suicida contra una sede del opositor Partido Popular de Pakistán (PPP) liderado por el viudo de la ex premier Benazir Bhutto en Parachenar, noroeste del país, informaron fuentes oficiales.

El atentado contra simpatizantes del (PPP) ocurrió en la zona tribal de Kuram, en la frontera con Afganistán, precisaron las fuentes.

La mesa electoral fue atacada en Khar, la principal ciudad de la zona de Bajaur.

La sede fue destruida. El administrador local, Zahirul Islam, dijo que los heridos llegan a 110, de los cuales 53 se encuentran en graves condiciones.

La mayoría de ellos fue trasladada a los hospitales de Peshawar y Kohat.

Más temprano, fuentes hospitalarias habían informado a ANSA que las víctimas mortales podrían llegar a al menos 30 y 90 heridos.

En tanto, al menos tres personas murieron y 18 resultaron heridas al explotar una bomba cerca de una oficina del gobierno en la ciudad de Mingora, en el Valle de Swat, al noroeste de Pakistán, informaron fuentes periodísticas locales.

Poco después de la explosión se escucharon varios disparos en el centro de la ciudad, ubicada a 120 kilómetros de Islamabad.

El centro de Mingora está aislado ya que fueron interrumpidos los servicio de electricidad y telefonía, incluso la celular, precisaron las fuentes.

Más allá de la línea de Durand, en el límite con Afganistán, se ve la cadena montañosa de Tora Bora donde, se dice, se refugia el líder de la organización Al Qaeda, Osama Bin Laden.

La zona, en el noroeste paquistaní es cada vez de más difícil acceso debido a los sucesivos atentados y enfrentamientos entre las tropas del gobierno y los militantes talibanes.

En Beluchistan, sudoeste del país, una explosión que tuvo lugar aye cerca de una mesa electoral destruyó una pared, sin causar víctimas, informó la policía.

En el sur paquistaní la policía de Hyderabad arrestó a un hombre sospechoso de intentar cometer un atentado suicida durante las elecciones del lunes próximo.

En su vivienda fue hallado un chaleco explosivo.

La campaña para las elecciones legislativas del 18 de febrero está enmarcada por diversos
episodios de violencia.

Esta semana 40 personas murieron en cuatro atentados en las zonas tribales del noroeste del país.

Con los atentados de ayer, ya son 140 las personas que perdieron la vida desde el inicio del año.

Por eso el gobierno de Pervez Musharraf teme ahora que se produzcan nuevos ataques en la jornada de los comicios.

El presidente paquistaní dispuso para ese día el despliegue de 81 mil militares para garantizar el tranquilo desarrollo de las elecciones, en las que Pakistán votará para la renovación de la cámara baja del parlamento y las asambleas provinciales.

Para Musharraf, quien llegó al poder por un golpe de estado hace nueve años y cuya popularidad está en descenso, las elecciones significan un referéndum sobre su gobierno.

Se espera que los comicios garanticen la transición hacia un gobierno civil, en un país que ha sido dominado por las fuerzas armadas durante la mitad de sus 61 años como Estado, desde que declaró su independencia del Reino Unido, en 1947.

El mandatario aseguró ayer en declaraciones a la prensa que los comicios serán "libres y transparentes".

Según Gallup el 51 por ciento de los paquistaníes no cree que las elecciones se realicen de modo "libre y justo".

"¿Para qué votar? De todos modos no cambiaría nada", dijo una estudiante de química de la Universidad de Quaid y Azzam, en Islamabad."No tengo ganas de vender mi conciencia dando un voto que sé inútil", apuntó otro joven, empleado de un comercio en la capital paquistaní.

Tanto los partidos de la oposición como organizaciones humanitarias realizan constantes denuncias de fraude y sostienen que la comisión electoral no es independiente.

Subrayan que dicha comisión no ha investigado las denuncias de candidatos perseguidos o arrestados durante la campaña electoral, signada por el asesinato de Bhutto, en diciembre pasado.

Distintas encuestas difundidas en medios locales indican que ninguno de los partidos políticos en carrera obtendría los votos suficientes para formar un nuevo gobierno.

Por lo que, se presume, podría llegarse a un acuerdo para un gobierno de coalición entre el partido de Musharraf, la Liga Musulmana Paquistaní-Q(PML-Q) y una de las dos agrupaciones de oposición, el Partido Popular Paquistaní (PPP), liderado por el hijo y el viudo de Bhutto, o la Liga Musulmana Paquistaní-Nawaz (PML-N), del ex primer ministro Nawaz Sharif.

El viudo de Bhutto, Asif Ali Zardari, se reunió ayer con Sharif.

Si ambos obtuviesen los dos tercios del parlamento podrían decidir la destitución de Musharraf, acusado de haber sido reelecto contra lo que indica la constitución paquistaní.

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