Chávez llegó a Rusia para definir nueva compra de armamento con Putin
-
Doble crimen en Ciudad de México: asesinaron a tiros a la secretaria de la alcaldesa y a un asesor
-
Brasil denunció a Israel por perpetrar una "carnicería" en Franja de Gaza
Venezuela compró en el último año y medio armamento por valor de 3.000 millones de dólares a Rusia y el propio Chávez declaró en días pasados que sigue abierta la posibilidad de volver a surtirse del arsenal del gigante ruso militar, Rosoboronexport.
Sugirió en los últimos días el interés de su gobierno en submarinos diesel rusos, aunque como en el resto de posibles contratos, el mandatario venezolano no aclaró exactamente las intenciones de su gobierno.
Caracas desembolso más de 3.000 millones de dólares en el último año y medio para comprar a Rosoboronexport fusiles kalashnikov, cazabombarderos Sukhoi y helicópteros.
Una fuente del sector armamentístico ruso descartó grandes anuncios en esta ocasión, tras los contratos del año pasado.
Putin recibirá a Chávez en el Kremlin este jueves para una cena de carácter privado. La presidencia rusa ha querido guardar una cierta prudencia ante la cita, y analistas locales resaltan que en vísperas del encuentro entre el estadounidense George W. Bush y Putin en Estados Unidos, un tono excesivamente mitinero podría provocar más problemas que beneficios a los rusos.
Chávez se reunirá con los diputados rusos de la Duma (cámara baja) el viernes, pero esa cita tendrá lugar en la Sala de Armas del Parlamento, con cabida para 40 personas.
La oposición comunista presentó una moción para que el mandatario venezolano hablara en el hemiciclo, un privilegio nada habitual para un jefe de Estado extranjero, pero la mayoría presidencial bloqueó esa opción con una votación, 232 en contra y 131 diputados a favor.
Rusia está dispuesta en todo caso a avanzar "en una serie de proyectos comunes en la extracción de recursos (naturales), energía eléctrica, ferrocarriles" y otros, explicó este miércoles el portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores, Mijail Kamynin.
Aparte del armamento, la balanza económica entre Venezuela y Rusia es de tan sólo 90 millones de dólares anuales.
Caracas pronto podría necesitar ayuda tecnológica para seguir explotando sus recursos en hidrocarburos, según analistas en mercados internacionales.
El Estado venezolano extendió el martes su control de la explotación petrolera en la región de la Faja del río Orinoco.
Caracas incrementó, como previsto, su participación en los negocios de extracción del 39% al 78%, lo que provocó la salida de dos compañías estadounidenses, Conoco Phillips y Exxon Mobil.
La petrolera estatal venezolana PDVA tiene acuerdos con las rusas Lukoil y Gazprom. Esta última fue noticia en Rusia la semana pasada, cuando compró, por un precio considerado muy bajo, la parte de Bristish Petroleum en el campo gasífero de Kovytka, por entre 700 y 900 millones de dólares.
Un ex consejero del Kremlin, Andrei Illarionov, llegó a hablar del peligro de "venezuelación" de Rusia si persiste en controlar a todo precio la extracción de sus recursos naturales.
Tras poco más de dos días en Rusia, el presidente venezolano continuará su viaje a la capital bielorrusa, Minsk, y a la iraní, Teherán.
Dejá tu comentario