13 de enero 2007 - 00:00

Condoleezza Rice busca en Israel respaldo para nueva estrategia en Irak

Condoleezza Rice.
Condoleezza Rice.
Tel Aviv (Reuters) - La secretaria de Estado de Estados Unidos, Condoleezza Rice, dijo que Washington se asegurará de que el primer ministro de Irak, Nuri al-Maliki, cumpla sus promesas de reducir la violencia sectaria y que es el momento de ver los resultados.

Un día después de que el secretario de Defensa estadounidense, Robert Gates, afirmara que Maliki podría perder su trabajo si falla en detener el derramamiento de sangre, Rice aumentó la presión sobre el premier mientras comienza una gira por Medio Oriente, para solicitar apoyo al plan del presidente estadounidense, George W. Bush, de enviar 21.500 soldados más a Irak.

A comentarios previos de que el gobierno de Maliki estaría viviendo "tiempo prestado" y que la paciencia de Estados Unidos se estaba agotando, Rice dijo que el gobierno iraquí comprendió que tener éxito en un plan para reforzar la seguridad es "una prioridad fundamental".

"Decir que tú paciencia tiene un límite es simplemente decir que el gobierno de Irak necesita comenzar a mostrar resultados", dijo Rice a reporteros antes de llegar a Israel ayer, de acuerdo a una transcripción del departamento de Estado de sus comentarios.

"Vamos a tener una oportunidad de ver si esto está funcionando o no, o si los iraquíes están cumpliendo con sus obligaciones", agregó.

Con las críticas de Bush de que su nueva estrategia depende demasiado de que Maliki cumpla las promesas que antes falló, funcionarios del gobierno están aumentando la presión sobre los políticos de Irak para que resuelvan sus diferencias y así evitar una guerra civil.

Maliki, un islamita chiíta, se ha comprometido a liderar una operación de seguridad en Bagdad que dice no sólo afectará a los insurgentes de la otrora dominante minoría sunita, sino también a las milicias leales a los compatriotas chiítas, una demanda clave de Washington y de los sunitas, quienes dicen que Irán está apoyando a chiítas armados.

Maliki, quien lidera un grupo de chiítas, árabes sunitas y kurdos, dijo ayer que su gobierno estuvo de acuerdo con el plan de Bush para que los iraquíes lideren la seguridad.

En una audiencia de un comité del Senado, Gates dijo el viernes que Maliki podría tener que renunciar si los bloques políticos en Irak retiraran su apoyo por su fracaso en cumplir.

Tras recientes reuniones entre Bush y los principales políticos iraquíes, hubo informaciones de que Washington estaría dispuesto a apoyar a una nueva coalición.

  • Advierte a Irán

    Dos días luego que las fuerzas estadounidenses hicieran una redada a una oficina del gobierno iraní en la ciudad iraquí de Arbil, en la segunda operación de este tipo en un mes, Rice repitió la advertencia de Bush de que Washington no tolerará el supuesto apoyo de Teherán a grupos armados en Irak.

    "Creo que hay bastante evidencia de que existe un involucramiento de Irán en estas redes que están haciendo bombas altamente explosivas (IED) y que ponen en riesgo en nuestras tropas, y vamos a lidear con ello", dijo.

    Pero afirmó que la orden de Bush de tener como blanco a los iraníes que operan en Irak no implica una ampliación del conflicto.

    "Obviamente el presidente no toma acciones fuera de la mesa, pero creo que es realmente justo decir que creemos que esto es algo que puede ser hecho en Irak", sostuvo

    Bush utilizó su discurso semanal radial para dejar en claro de que no desistirá de su plan para enviar más tropas a Irak, enfrentando las hostilidades de ambos sus compañeros republicanos y demócratas, y acusó a los críticos de fallar en ofrecer una alternativa.


  • "Aquellos que se niegan darle a este plan una oportunidad para funcionar, tienen la obligación de ofrecer una alternativa que más opción de éxito. Oponerse a algo sin proponer es irresponsable", agregó.

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