3 de enero 2007 - 00:00

El Congreso amenaza la nueva estrategia de Bush para Irak

El culto a la personalidad de Saddam Hussein no ha parado de crecer en Irak entre muchossunnitas desde que el ex dictador fue ejecutado por crímenes contra la humanidad.
El culto a la personalidad de Saddam Hussein no ha parado de crecer en Irak entre muchos sunnitas desde que el ex dictador fue ejecutado por crímenes contra la humanidad.
Washington (EFE, AFP, Reuters, ANSA) - El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, lleva a cabo los últimos preparativos de su nueva estrategia para Irak, que incluirá un aumento de tropas, pero esa idea ya se enfrenta a críticas en el Congreso.

Los funerales del ex presidente Gerald Ford, en los que participó ayer Bush, fueron un paréntesis que permitió a la Casa Blanca responder a preguntas sobre Irak, algo que cambiará en los próximos días.

Este conflicto se suma al revés que recibió la Casa Blanca ayer luego de que Rusia decidió otorgarle a Irán un moderno sistema antimisiles en medio de la polémica por su plan nuclear, que encuentra la más férrea oposición en EE.UU. e Israel (ver vinculada).

Ya se filtró a la prensa que el nuevo plan de Bush para Irak podría incluir un aumento temporal de entre 15.000 y 30.000 soldados para reforzar a los 140.000 ya desplegados. El objetivo será poner freno a la violencia sectaria y a los escuadrones de la muerte que actúan en Bagdad.

  • Oposición

    Bush detallará el cambio de estrategia a mediados de la próxima semana, dijo una fuente gubernamental anónima a la cadena británica «BBC». De acuerdo con ese funcionario, el plan se centrará en mejorar la seguridad en lugar de entrenar a las fuerzas iraquíes.

    Bush siempre había dicho que aumentar la capacidad de la Policía y el Ejército iraquíes era la única manera de que los estadounidenses pudieran retirarse de Irak. Sin embargo, el plan tiene un futuro incierto en el Congreso de EE.UU., no sólo por la resistencia de la futura mayoría demócrata, sino de los propios republicanos.

    Para el senador republicano Chuck Hagel, el aumento del destacamento militar «es algo de Alicia en el País de las Maravillas». «Me opongo totalmente a enviar más tropas a Irak. Es una locura», dijo al diario «The Washington Post».

    Por su parte, el también republicano Richard Lugar, quien mañana dejará de ser el presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, también expresó sus dudas sobre el plan y pidió a Bush que consulte al Congreso antes de modificar su política.

    Para peor, el nuevo Congreso que se reunirá mañana es muy diferente al saliente. Los demócratas arrebataron a los republicanos la mayoría en ambas cámaras en noviembre, en gran medida por las críticas y el cansancio de los estadounidenses con la guerra en Irak. El partido de la oposición promueve una retirada gradual de las tropas y no quiere oír ni hablar de incrementos de soldados.

    En cualquier caso, la Casa Blanca tendrá que responder a las críticas a su plan en audiencias que convocará este mes el senador demócrata Joseph Biden, quien reemplazará a Lugar al frente del Comité de Relaciones Exteriores y quien es otro posible aspirante a suceder a Bush.

    El escepticismo sobre el aumento de las tropas lo comparte el propio George Casey, el general estadounidense que comanda las fuerzas de su país en Irak. «Cuanto más tiempo sigamos las fuerzas estadounidenses ocupándonos de la mayoría de las tareas de seguridad de Irak, más se aplaza el momento en que el gobierno de Irak deba tomar decisiones difíciles sobre la reconciliación y sobre cómo lidiar con las milicias», dijo.
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