Estalla pelea por la herencia de Pinochet

Augusto Pinochet

Santiago (El Mundo, EFE, AFP, ANSA) - La familia del ex gobernante de facto chileno Augusto Pinochet inició ayer los engorrosos trámites para cobrar su millonaria herencia, lo que está enfrentando a todos los miembros del clan. En coincidencia, la Corte de Apelaciones de Santiago anuló los cargos por complicidad en delitos tributarios que pesaban contra parientes y allegados del ex dictador, facilitando en parte ese objetivo.

La viuda y los hijos de Pinochet apenas se dirigen la palabra y cuando lo hacen es para disputarse con uñas y dientes la millonaria herencia. En vísperas de Año Nuevo, Lucía Hiriart citó a sus cinco hijos para que firmaran los papeles que permitirían cobrar los cerca de 340.000 euros del seguro de vida del extinto dictador.

Sorpresa

La audiencia se desarrolló a lo largo de casi todo el día, ya que los invitados acudieron por separado a la residencia de la calle de Los Flamencos. Al llegar, se hallaron con la sorpresa de que, aparte del citado documento, la viuda de Pinochet había preparado otro, en el que se les pedía que renunciaran a su parte de la póliza. Según fuentes cercanas a la familia, la matriarca alegó no estar dispuesta a rebajar su estándar de vida.

El reclamo de la madre abrió un nuevo frente en las desavenencias y los recelos de la familia. Augusto junior rechazó firmar, alegando que la madre debería conformarse con los 4.000 euros de su pensión de viudez. Verónica se fue de vacaciones y Jacqueline, la consentida del general, pidió que se le permitiera consultar con su abogado.

Sólo Marco Antonio y Lucía aceptaron que su progenitora se quede con el dinero del seguro. «La Generala», en tanto, advirtió a sus hijos que no se atrevieran a tocar las pertenencias personales del general.

Según el diario «La Tercera», los armarios y el despacho del difunto permanecen bajo llave. También se señala que el mobiliario de las bibliotecas que Pinochet tenía en Santiago y en la finca de Los Boldos fue valuado en cerca de 1.000.000 de euros. Es poco probable que sus descendientes, que no poseían los gustos del padre, quieran conservar los libros y las estatuas en vez de subastarlos.

Hasta acá la disputa fue por el cambio. Marco Antonio, se reunió ayer con el abogado Pablo Rodríguez, jefe del equipo jurídico que defendió hasta el último día al ex mandatario, para coordinar la lectura del testamento y pactar el reparto de la herencia.

Pinochet dejó un testamento patrimonial que permanece en custodia en la notaría del abogado Humberto Quezada, quien lo guarda en un sobre absolutamente cerrado y lacrado. El cobro final de la fortuna se avizora como complejo para su familia, ya que la mayoría de los bienes que poseía Pinochet permanecen embargados por la Justicia en el marco de la investigación por fraude al fisco y malversación de fondos públicos durante su régimen (1973-1990).

Pinochet murió sin ser condenado en los juicios que enfrentó por violaciones a los derechos humanos, pero los tribunales mantienen abiertas investigaciones sobre el origen de sus bienes.

La Corte de Apelaciones de Santiago liberó ayer a la familia de Pinochet de la mayoría de las denuncias que enfrentaba por evasión tributaria y falsificación de pasaportes, pero mantuvo los procesos que enfrentan Marco Antonio y el administrador de los bienes del ex dictador, Oscar Aitken.

El proceso abierto hace dos años en Chile determinó que Pinochet tenía una fortuna de más de 27 millones de dólares, en su mayoría oculta en un centenar de cuentas bancarias en el Riggs Bank de Washington y bancos de otros países. Pinochet poseía además en Chile 11 propiedades por un valor de 1,3 millón de dólares.

La defensa de Pinochet calculó, no obstante, sus bienes en sólo 11 millones de dólares y aún no existe claridad sobre el destino que tendrán los efectos personales de carácter simbólico del ex dictador, como la banda presidencial y el bastón de mando que usó, cuyo valor es incalculable.

No obstante, la familia de Pinochet recibió hace una semana parte de la herencia que no se encontraba afectada por el embargo. El ex presidente de facto dejó a Lucía y a sus hijas 1,5 millón de dólares que se encontraba depositado en un banco de Santiago. En la suma no fueron incluidos Marco Antonio y Augusto.