15 de mayo 2009 - 20:21

Gran Bretaña: el escándalo de los gastos se cobró la primera víctima del gabinete

Malik podrá retornar a sus funciones si es exculpado.
Malik podrá retornar a sus funciones si es exculpado.
Un secretario de Estado británico de Justicia, Shalik Malik, fue suspendido de sus funciones a la espera de los resultados de una investigación sobre sus gastos, anunció Downing Street.

Es la primera vez que un miembro del gabinete es suspendido en el marco del escándalo sobre el uso de dinero público con fines privados por miembros del gobierno del primer ministro Gordon Brown.

Brown pidió a uno de sus consejeros que investigara las revelaciones del diario The Daily Telegraph de que Malik pidió el reembolso de 66.827 libras (101.000 dólares) en tres años para una residencia secundaria en Londres y de que sólo pagaba 100 libras (150 dólares) por semana, un precio muy inferior al del mercado, por su residencia principal en las afueras de la capital.

El consejero entregará los resultado de su investigación en unos días. Malik podría retomar sus funciones si fuera exculpado, precisó un portavoz de Downing Street, que indicó que por el momento no se nombró a ningún reemplazante.

Malik, que también consiguió que le reembolsaran 730 libras (1.100 dólares) por un sillón de masaje, había asegurado que se trataba de "gastos legítimos" y que había respetado el reglamento "al pie de la letra".

Pero prometió donar a una obra caritativa las 1.000 libras que consiguió del Parlamento para la compra de un home cinema.

El escándalo sobre los gastos de funcionarios salpica al conjunto de la clase política británica. Desde hace más de una semana, The Daily Telegraph publica los abusos de numerosos diputados, algunos de los cuales son también ministros, que aprovechan un sistema legal laxista de reembolso de gastos relacionados con el mantenimiento de una residencia secundaria.

El propio Brown fue alcanzado por las acusaciones del diario, que reveló la semana pasada que pagó 6.577 libras (10.000 dólares) a su hermano Andrew por los servicios de limpieza de una vivienda en Londres.

Aunque no hay nada ilegal, las filtraciones sobre los gastos de Brown y sus principales ministros a costa de los contribuyentes británicos no ayudarán al gobierno laborista ni a su líder a recuperar popularidad o credibilidad.

Por el escándalo ya habían rodado dos cabezas: el diputado laborista y ex ministro de Agricultura Elliot Morley, suspendido del Labour, así como uno de los principales consejeros de la oposición conservadora, Andrew MacKay, que presentó su renuncia.

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