16 de junio 2014 - 21:23

¿Hay una maldición en el New York Times?

El edificio del New York Times en Nueva York.
El edificio del New York Times en Nueva York.
Un mes después de ser nominado director de The New York Times, el más influyente diario de EEUU, Dean Baquet fue operado de urgencia durante el fin de semana por un tumor maligno en los riñones.

El cáncer fue descubierto la semana pasada y los médicos diagnosticaron que necesitaba "atención inmediata", escribió Baquet en un "e-mail" destinado a sus periodistas y que dejó perplejos a sus colaboradores y subalternos.

Baquet requirió una "cirugía mínimamente invasiva inmediata" y aseguró que el resultado ha sido "excelente", según le informaron los médicos al término de la operación.

La intervención demandará una semana de convalecencia, informó en el correo dirigido al personal.

Baquet a los 57 años se convirtió en el primer hombre negro al frente del periódico desde hace apenas un mes, aunque ya ocupaba el segundo puesto en la jerarquía interna del diario.

El actual director asumió la conducción cuando Jill Abramson, la primera mujer al frente del "Old Gray Lady", fue despedida por desacuerdos con el editor Arthur Sulzberger y con Baquet.

El cambio de guardia lo había tomado por sorpresa y dejó sin aliento a todo el personal editorial.

Se sabía desde hace tiempo en la redacción del New York Times que entre Jill Abramson y Sulzberger no corría buena sangre, pero nadie esperaba un terremoto en la cumbre de modo brutal y repentino.

Abramson desapareció una noche sin despedirse y sin siquiera tratar de dar la apariencia de que había decidido renunciar voluntariamente.

La semana pasada, la Universidad de Harvard, su alma mater, anunció que Abramson enseñará durante un año "escritura de no ficción" (non fiction writing) en el Departamento de Inglés.

Baquet, mientras tanto, no designó a un vicedirector al momento de su nombramiento, porque quería "darse tiempo para replantear las estructuras jerárquicas del periódico a la luz del desarrollo en el área digital", explicó.

"Me doy cuenta de que mi operación coincide con un momento en el que estamos tratando de hacer progresos como redacción", escribió Baquet desde la cama del hospital.

"Durante mi ausencia voy a estar en contacto con los jefes de cada sector, es cuanto podemos hacer a placer y continuaremos explicando nuestros nuevas y diversas iniciativas ".

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