Una de las causas por las que Néstor Kirchner no viajó a Quito para la jura de Rafael Correa fue para no cruzarse con el presidente de Irán, Mahmud Ahmadinejad, con cuyo país la Argentina mantiene un serio entredicho por el tema AMIA. Quería evitar la foto de un eventual saludo de compromiso, algo que no pudo impedir el brasileño Lula da Silva. Ahmadinejad vino a la región para seducir al nicaragüense Daniel Ortega y a Correa, además de para afianzar sus lazos con Hugo Chávez y Evo Morales.
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