26 de febrero 2018 - 18:58

Rey Felipe volvió a Barcelona y fue recibido con cacerolazos y un desplante político



Las principales autoridades de Cataluña se ausentaron este unes de la recepción al rey español Felipe VI en su primera visita a Barcelona, tras el estallido de la crisis abierta por el proceso independentista

El viaje del monarca tuvo lugar con motivo de la celebración del Mobile World Congress, el mayor evento de telefonía celular del mundo. Pero ni el presidente del Parlamento catalán, el independentista Roger Torrent, ni la alcaldesa de Barcelona, la izquierdista Ada Colau, ni representantes del Gobierno de la región acudieron al tradicional "besamanos" que protagoniza el rey, y corresponde al protocolo oficial.

En la recepción sí estuvieron la vicepresidenta del Gobierno español, Soraya Sáenz de Santamaría, y el ministro de Energía, Álvaro Nadal. El desplante se debe a que el rey defendió durante los últimos meses la unidad de España ante el desafío de los independentistas.

Con el desplante, muy criticado por el Gobierno español de Mariano Rajoy y por los partidos antiindependentistas, las autoridades catalanas quisieron evidenciar su malestar con el papel del rey en la crisis que vive la región, de 7,5 millones de habitantes.

Según publicó la prensa española, la decisión fue muy meditada. Es que luego del plantón la alcaldesa de Barcelona y el presidente del Parlamento catalán sí acudieron tras la recepción oficial a la cena de inauguración del Mobile World Congress, donde compartieron mesa con Felipe VI.

A través de las redes sociales, Colau justificó su gesto asegurando que Felipe VI no tuvo "un mínimo gesto de empatía" hacia la gente que sufrió los altercados que tuvieron lugar con la Policía durante el referéndum soberanista ilegal celebrado el 1 de octubre en Cataluña y que el monarca hizo "un discurso durísimo avalando la línea represiva en lugar de apaciguar el conflicto y aportar serenidad".

"En una democracia avanzada cualquier cargo público, el rey también, ha de poder ser criticado y cuestionado (...) Por todo ello, hoy y mañana coincidiré cordialmente con el rey pero no participaré en el besamanos que, como el propio nombre indica, es un acto de pleitesía y vasallaje impropio de una democracia del siglo XXI", explicó.

Desde el Gobierno de Rajoy calificaron esta postura como "injusta", "mezquina", "irresponsable" y "sectaria" y advirtieron de que pone en riesgo la permanencia en Barcelona del Mobile World Congress, un evento que desde 2006 deja millones de euros en la ciudad y la convierte durante unos días en un escaparate internacional.

A través de Twitter desde Bélgica, donde permanece prófugo desde octubre, el destituido jefe del Gobierno catalán, Carles Puigdemont, aseguró que Felipe VI "será bienvenido" a Cataluña "cuando pida perdón por su papel inconstitucional" en octubre, en referencia al mensaje de apoyo que lanzó tras el polémico referéndum.

En las calles de la capital catalana hubo durante el día manifestaciones a favor y en contra de la visita del rey. En los alrededores del Palau de la Música, donde se celebró el acto de inauguración del Mobile World Congress, cientos de personas se concentraron para expresar su rechazo al monarca, a quien recibieron con una fuerte silbatina y cacerolazos. Hasta ese mismo lugar se acercó también un grupo de manifestantes a favor de la unidad de España, que portaron banderas del país, lo que produjo momentos de tensión bajo una intensa vigilancia policial.

En el interior del palacio, Felipe VI pronunció un discurso en el que destacó la importancia de una "cita clave" para Barcelona, así como la cooperación entre instituciones.

En su discurso, Felipe VI se ha dirigido a los cerca de 200 invitados fundamentalmente en inglés, si bien con algunas frases en castellano y en catalán, idioma en el que ha subrayado que la cooperación entre el Gobierno de España, la Generalitat y el Ayuntamiento es "una clave evidente" del éxito logrado por la celebración del Congreso.

"Este mismo compromiso de nuestras Administraciones, corporaciones y compañías debe ser siempre un propósito esencial para que este encuentro siga consolidando de cara al futuro su proyección e influencia a todo el mundo; y lo haga desde aquí mismo, desde Barcelona, candidata para albergar el centro tecnológico europeo que desarrolle la tecnología 5G", añadió el Rey.

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