Roma se vio ayer paralizada por un simulacro de atentado terrorista a gran escala. Tras los ataques al sistema de transporte público de Londres, que causaron la muerte de 52 personas, el gobierno de Silvio Berlusconi decidió escenificar un atentado similar con bombas en el Coliseo (foto), el subterráneo y un autobús para probar la respuesta de los servicios de emergencia.
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