27 de enero 2005 - 00:00

Rotunda condena de la Unión Europea al antisemitismo

Miles de personas conmemoraron la liberación del campo de exterminio
Miles de personas conmemoraron la liberación del campo de exterminio
El Parlamento Europeo condenó hoy el Holocausto, cuyo ejemplo más trágico es el campo de exterminio nazi de Auschwitz-Birkenau, tras un debate no exento de polémica entre diputados polacos y alemanes sobre el contenido de una resolución.

El objeto de la discordia fue un apartado que hacía referencia al "campo de exterminio nazi de Hitler en Auschwitz-Birkenau, donde fueron asesinados miles de judíos, personas de etnia romaní, homosexuales, polacos y prisioneros de otras nacionalidades".

Los diputados euroescépticos polacos presionaron para que se significara la responsabilidad de "los alemanes", a pesar de la oposición de muchos diputados de esa nacionalidad.

Al final se optó por incluir que el campo de concentración, situado en Polonia, era "de exterminio de la Alemania nazi", con lo que se denuncia a un régimen pero no a un pueblo, y además se prescindió citar a Hitler.

También se modificó la enumeración que aparecía en la propuesta inicial sobre las personas que habían sido víctimas de los nazis. Algunos diputados euroescépticos polacos no querían que figuraran los homosexuales en la lista, por lo que al final se aprobó una propuesta de compromiso, presentada por miembros polacos del PPE, que los sitúa en último lugar.

Así, el párrafo aprobado especifica que fueron asesinados "1,5 millones de judíos, gitanos, polacos, rusos, prisioneros de otras nacionalidades, y homosexuales".

Durante el debate, el alemán Martin Schulz, presidente de los socialistas europeos, reconoció que "Auschwitz está naturalmente unido con la palabra Alemania", en respuesta a las críticas de los polacos que querían dejar claro que aunque estuviera situado ese campo en su país, era "alemán".

"Reconozco que los alemanes tenemos especial responsabilidad, pero hoy día todos (como Rusia, Polonia, Israel o Italia) debemos devolver la dignidad a las víctimas", añadió Shulz. La diputada popular alemana Ewa Klamt señaló que asume "la responsabilidad de mi pueblo y mi generación", aunque el británico Glyn Ford (socialista) recordó que los nazis alemanes tuvieron el apoyo de otros países.

El polaco Bogdan Pek criticó que siempre se hable de Auschwitz como de un "campo de concentración polaco", lo que significa "falsificar la historia". "Se trata de un campo alemán en una Polonia ocupada", insistió.

"Todos coincidimos en que Guantánamo no es un campo cubano, por ejemplo", añadió.

El presidente de la Cámara, Josep Borrell, resaltó que "los pueblos que olvidan su historia están condenados a repetirla", y añadió que "el Holocausto es un problema de toda la Humanidad".

La resolución, aprobada por 617 votos a favor, ninguno en contra y 10 abstenciones, fue consensuada por los grupos principales de la Cámara (Popular, Socialista, Liberal, Verde e Izquierda Unitaria).

Una de las ideas principales es que se declare el 27 de enero como "Día Europeo de Conmemoración del Holocausto". El texto hace hincapié en la necesidad de fomentar el conocimiento de la historia y las enseñanzas del Holocausto.

En este sentido, aboga por que el Holocausto forme parte de los programas escolares de todos los Estados miembros, lo que en la actualidad sólo ocurre en Alemania y Holanda.

Los eurodiputados también exigen que se enseñe la Segunda Guerra Mundial "con el mayor rigor histórico". La resolución subraya que "la paz duradera de Europa ha de basarse en el recuerdo de su propia historia", y añade que "los campos de concentración y exterminio construidos por los nazis figuran entre las páginas más vergonzosas y dolorosas de la historia de nuestro continente".

El recuerdo y la educación, se añade, son esenciales para "relegar al pasado la intolerancia, la discriminación y el racismo". Los diputados rinden homenaje en el texto a "todas las víctimas de los nazis" y rechazan y condenan enérgicamente "las opiniones revisionistas sobre el Holocausto, por vergonzosas y contrarias a la realidad histórica".

La resolución manifiesta además su preocupación "por el ascenso de partidos xenófobos y de extrema derecha, así como por la creciente aceptación pública de sus ideas".

El texto insta además a los gobiernos de la UE a "alcanzar un acuerdo para establecer una prohibición a nivel comunitario que condene las manifestaciones de incitación al odio racial y religioso en todo el territorio de la Unión Europea".

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