21 de marzo 2013 - 21:21

Siria: al menos 43 muertos en atentado

El ataque suicida tuvo lugar en una mezquita en el centro de Damasco.
El ataque suicida tuvo lugar en una mezquita en el centro de Damasco.
Un predicador islámico que apoyaba férreamente al gobierno sirio del presidente Bashar al Asad y era reconocido como un erudito musulmán murió hoy en un atentado suicida en una mezquita en el centro de Damasco que dejó al menos otras 42 víctimas fatales, informó la prensa estatal siria.

El ataque que mató al veterano jeque sunnita Mohammed Said Ramadan Al Buti ocurrió en la mezquita de Imam, en el barrio damasquino de al-Mazraa, y dejó otras 84 personas heridas, informaron la agencia de noticias estatal siria SANA y el canal de TV pública del país.

La mezquita estaba llena de fieles que se preparaban para la oración nocturna, e imágenes televisivas mostraron cuerpos con miembros mutilados y heridos tirados en el suelo, extensos daños en ventanas y manchas de sangre sobre las alfombras.

En los dos años que lleva la guerra civil siria, más de 70.000 personas han muerto, según la ONU.

El conflicto comenzó en marzo de 2011 con protestas populares contra el gobierno alauita de Al Assad rápidamente reprimidas. La crisis se tornó más violenta con la aparición de una insurgencia cuyo grueso está integrado por combatientes de la rama sunnita del islam, mayoritaria en Siria.

El jeque Al Buti, de 84 años, representaba uno de los principales pilares del presidente Assad dentro del sunnismo sirio y era reconocido por fieles y colegas por sus posiciones contra el discurso anti-religioso de algunos países europeos, como Francia.

A mediados de 2011, en medio de la represión oficial, el ahora difunto líder sunnita había sorprendido con un decreto religioso (fatwa) que prohibía a los militares matar a civiles.

No obstante, nunca dejó de apoyar con vehemencia al gobierno de Assad e incluso había criticado las protestas que derivaron en la actual guerra civil.

Mientras tanto, lejos de la capital, en la devastada ciudad central de Homs, otras dos personas murieron cuando un coche bomba explotó cerca de la escuela Jamil Farhan en el barrio de Wadi al-Zahab, informó SANA.

Más de 20 personas resultaron heridas, agregó el informe.

Más al suroeste, casi en la región de los Altos del Golán, anexada por Israel en 1982 de forma ilegal según la ONU, la oposición armada siria tomó el control de la localidad de Khan Arnabeh y de algunas partes de los pueblos lindantes con la línea de cese al fuego, acordada por Israel desde la guerra de 1973.

Así lo informó el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, un grupo opositor con sede en Londres.

Desde el final de la guerra de 1973, conocida como la guerra de Yom Kippur, la zona de los Altos de Golán ha gozado de una relativa tranquilidad, aún después de la anexión israelí y los reiterados reclamos de soberanía libanés, apoyados por la ONU.

Pero durante los últimos meses la región vivió una escalada.

En repetidas ocasiones misiles sirios cayeron sobre territorio israelí, destruyendo cultivos, y en noviembre pasado la tensión creció cuando tres tanques sirios entraron en la zona desmilitarizada del Golán, acordada en la paz de 1974.

Ese mismo día, en un hecho separado, varias balas sirias alcanzaron a una patrulla israelí, sin dejar heridos. Tel Aviv consideró que fue un accidente y no hubo represalias.

También hoy, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, anunció que el organismo abrirá una investigación sobre el presunto empleo de armas químicas en Siria durante un ataque en la norteña ciudad de Alepo que dejó al menos 25 muertos.

La decisión surgió un día después de que el gobierno de Siria pidiera a la ONU esclarecer los hechos y acusara a los insurgentes del ataque con un cohete presuntamente cargado con químicos, ocurrido el martes en la localidad de Jan al Asal.
La oposición siria, por su parte, responsabilizó del ataque al gobierno y también pidió una investigación internacional.

La investigación comenzará "tan pronto como sea posible en la práctica", dijo Ban en una declaración a la prensa en la sede de Naciones Unidas, informó la agencia de noticias EFE.

También indicó que ya ha hablado con los responsables de la Convención para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) para estudiar las modalidades de la misión de investigación.
"Todos me han asegurado su pleno apoyo", añadió.

Siria envió ayer dos cartas, una a Ban y otra dirigida al Consejo de Seguridad de la ONU, denunciando a los grupos rebeldes.

Sin embargo, en el seno de ese organismo, Estados Unidos, Francia y Reino Unido, a petición de la coalición opositora en el exilio, pidieron que se investigue también la actuación del gobierno, petición a la que se opuso frontalmente Rusia.

Ban explicó que tiene el mandato de lanzar una investigación si un Estado miembro de Naciones Unidas solicita que se estudie el posible uso de armas con sustancias químicas, bacteriológicas o con toxinas, tal como establecen resoluciones de la Asamblea General y el Consejo de Seguridad.

"Estoy, por supuesto, al corriente de que hay denuncias de casos similares sobre el supuesto uso de armas químicas", dijo el secretario general en referencia a lo afirmado por los rebeldes.

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