Sudáfrica: presidente acepta pedido de ANCV y renuncia
-
China refuerza su relación con Latinoamérica y remarca que "no es el patio trasero de nadie"
-
Francia tuvo que desmentir un video viral con el que se acusaba a Macron de consumir cocaína

Thabo Mbeki
La hipótesis más probable, por lo tanto, es que en tiempos breves el Parlamento nombrará un presidente interino -casi ciertamente Mbeleta Mbete, dirigente cercano a Zuma- que mantendrá intacto el gabinete de Mbeki, por lo menos por cuanto concierne su miembro más influyente, Trevor Manuel, ministro de Hacienda.
Manuel es visto por los observadores como el responsable gubernamental mejor valorado por el mundo empresarial y los mercados internacionales, y su permanencia en el ejecutivo constituiría por lo tanto una garantía de continuidad en la política económica del país.
El mandato de Mbeki -su segundo, y por ende no renovable- debía concluirse en abril del año próximo, con elecciones previstas para mayo, pero luego de la renuncia del presidente será necesario convocar elecciones legislativas anticipadas.
Tocará entonces al Parlamento designar un nuevo presidente, con Zuma -en cuanto líder del partido de amplia mayoría, el ANC- como favorito absoluto en los pronósticos, aunque quedan en pie las dudas vinculadas con las acusaciones de corrupción de las que ha sido el objeto.
Mbeki y Zuma representan caracteres opuestos, y no sólo en lo político: el primero es frío, poco comunicativo y verdaderamente popular sólo en la clase medio-alta del país.
La base popular del ANC le considera autocrático y nada carismático, y le acusa de no haber luchado con eficacia contra la pobreza, mientras para los empresarios y la finanza internacional es el símbolo del más importante período de crecimiento económico que haya conocido Sudáfrica.
Zuma, de 66 años, es su contrario exacto: grande y gordo, popular y populista, de etnía zulú y héroe de la lucha contra el apartheid -diez años pasados en la cárcel, mientras Mbeki estudiaba en Inglaterra- es inmensamente popular entre los más pobres de la sociedad sudafricana.
A causa del apoyo que tiene en los sectores más izquierdistas del ANC, Zuma es visto con recelo por los mercados internacionales, lo que lo ha llevado en los últimos meses a rodearse de consejeros provenientes del mundo de los negocios, para pulir su imagen en el exterior, en vistas de su posible ascenso a la presidencia.
Por otra parte, el presidente del ANC tiene por lo menos cuatro esposas oficiales, con las que ha tenido quince hijos.
Hace algunos años fue acusado de haber violado una amiga de su familia, que además es seropositiva, con la que mantuvo relaciones no protegidas.
Absuelto de la acusación de estupro, Zuma aclaró que de todas formas había evitado toda posibilidad de contagio, porque tras haber tenido relaciones sexuales con la mujer había tomado una ducha, lo que causó enorme escándalo en Sudáfrica, el país con el número más elevado de seropositivos del mundo.
Dejá tu comentario