Una caída del Papa reforzó los temores sobre su salud
-
Lula y Macron condenaron la exclusión de la principal candidata opositora en Venezuela: "Es grave"
-
La Corte Internacional de Justicia ordena a Israel tomar medidas para garantizar que lleguen alimentos a Gaza
Ante los miles de fieles congregados en la plaza vaticana, Benedicto XVI lanzó un llamado, no previsto por el protocolo, por la paz en el Líbano, exhortando a las partes a abandonar la lógica de la «contraposición agresiva» que lleva al país « hacia lo irreparable».
«Exhorto a los libaneses a abandonar esta lógica de contraposición agresiva que está llevando su querido país hacia lo irreparable», clamó el Pontífice.
Añadió haber seguido «con profunda preocupación» en los últimos días la situación en el Líbano, «donde, a la parálisis de la iniciativa política siguió, primero, la violencia verbal, y después, los enfrentamientos armados, con numerosos muertos y heridos».
«El diálogo, la mutua comprensión y la búsqueda del razonable compromiso son la única vía que puede devolver al Líbano sus instituciones y a la población la seguridad necesaria para una vida diaria digna y rica de esperanza en el mañana», remarcó.
Antes de pronunciar estas palabras del discurso de Regina Coeli, el Pontífice bromeó sobre el mal funcionamiento de un micrófono, que se había bloqueado. Una vez reparado por los técnicos, Benedicto XVI comenzó risueño: « Finalmente tenemos voz».
A fines de abril, luego del viaje del Papa a Estados Unidos, el diario conservador francés «Le Figaro» dedicó un artículo a la salud de Benedicto XVI, de 81 años, en el cual destacó la reducción de sus compromisos y el cansancio que demostró durante esa gira.
«Le Figaro», cercano a la Iglesia, escribió en esa nota, titulada «La salud del Papa alimenta ya voces sobre la sucesión», que en los últimos tiempos Joseph Ratzinger aparecía fatigado, que había reducido sus compromisos y que el Vaticano prestaba atención especial a su estado físico.
Según ese medio, Benedicto XVI «sube y baja las escaleras, es aún ágil, pero tiene la edad de sus arterias y, no es un secreto para nadie, su corazón es frágil».
En esa oportunidad, el 26 de abril pasado, el Vaticano negó las especulaciones de «Le Figaro», y Lombardi invitó a no dramatizar el caso.
«Que el Papa, cuando viste los hábitos pontificios, deba mirar dónde coloca los pies, es una cosa que todo sacerdote del mundo sabe, pues con la talar (hábito que llega hasta los talones) todos prestan atención dónde ponen los pies para no enredarse.»
Dejá tu comentario