Entre 14 mil y 18 mil hectáreas productivas consumidas por el fuego, decenas de propiedades rurales incineradas y un daño ecológico sin precedentes. Los incendios sin control en el norte de la provincia de Córdoba son la expresión de una crisis mayúscula por la falta de lluvias que castiga a buena parte del país y que recién podría comenzar a normalizarse a partir de octubre con la regularización del régimen de lluvias.
Dramática situación en el norte de Córdoba: fuego y viento se alían en penoso avance descontrolado
Sólo el milagro de intensas lluvias en la zona de la serranía podría dar tregua a una crisis que castiga a pobladores locales y genera una pérdida irreparable en la fauna y flora de la región.
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Se agravan los incendios en el norte de Córdoba: hay viviendas destruidas y 120 evacuados
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Desastre ecológico en Córdoba por incendios forestales sin control en el norte provincial
Pero en paralelo a la crisis por la sequía asoman además factores de riesgo, como la presunta acción intencional de encender los campos con el objetivo de limpiarlos para explotación agropecuaria, una sospecha que también alcanza a los incendios en las islas del delta del Paraná que tienen en jaque desde hace meses a los habitantes de las ciudades de Rosario y Paraná.
Mientras tanto, la tarea de bomberos, brigadistas y fuerzas de seguridad nacionales y provinciales se ha vuelto extenuante, en un contexto en el que merced a la pandemia todo se vuelve más dificultoso. Sumado además al incalculable gasto que demanda la movilización de equipos y personal a las zonas afectadas en tiempos de castigadas finanzas públicas.
Ayer, en respuesta a los pedidos del gobierno de Juan Schiaretti, el Ministerio de Seguridad de la Nación envió tres aviones hidrantes y un helicóptero para combatir los incendios que se extienden con saña a lo largo de 25 km en las sierras, desde Cosquin hasta Santa María de Punilla. Los vientos no ayudan al control y hay riesgo de incendio extremo en toda la provincia.
El nuevo apoyo aéreo se suma a los cinco aviones hidrantes, dos helicópteros y más de dos centenares de bomberos voluntarios que trabajan por tierra, en el operativo de combate de incendios desde hace más de una semana.
El impiadoso avance de las llamas destruyó a su paso tendidos eléctricos y bloqueaba importantes rutas de la serranía cordobesa, como la Nacional 38 que une Capilla del Monte con Cruz del Eje.
En tanto, la evacuación de habitantes de la zona se ha vuelto una prioridad para las autoridades locales debido a la cercanía del fuego con las viviendas rurales, muchas de las cuales fueron destruidas en las últimas horas.
“Se han evacuado personas, por suerte se han tomado las decisiones correctas en tiempo y forma”, dijo Eduardo Molinari, jefe de Bomberos de Villa Giardino.
El daño a la fauna y flora es el otro penoso saldo que se evidencia pese a los esfuerzos de los lugareños y bomberos por rescatar de las llamas a decenas de animales, muchos de los cuales están recibiendo atención veterinaria de voluntarios debido a las graves heridas por quemaduras y a la hambruna provocada por la falta de pasto.
El desolador panorama se compara con la dramática situación registrada en 2013, cuando apenas nueve días de incendios destruyeron 90 mil hectáreas. Ante ello, el gobierno cordobés analizaba por estas horas declarar la emergencia por incendios en las zonas afectadas. La medida permitiría instrumentar ayuda directa a los productores y familias perjudicadas.
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