En un nuevo giro en su situación financiera, Celulosa informó que no podrá hacer frente a los vencimientos de sus obligaciones negociables ni a los cheques de pago diferido previstos para el mes de mayo. La compañía, que había anunciado a principios de abril la contratación de la consultora VALO Columbus para analizar alternativas estratégicas, detalló que está trabajando en una reestructuración de su perfil de endeudamiento, además de buscar mejorar su posición de liquidez y evaluar la incorporación de nuevos socios.
Celulosa comunicó que no podrá pagar sus obligaciones con vencimiento en mayo
El mes pasado la empresa contrató una consultora para reestructurar su deuda y mejorar su liquidez. El contexto macroeconómico adverso y la caída de ventas domésticas son los principales factores que afectan su desempeño.
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Celulosa es una de las principales productoras de pulpa y papel de Argentina.
En un comunicado dirigido a la Comisión Nacional de Valores (CNV), la empresa reconoció que los factores macroeconómicos actuales han deteriorado su capacidad para generar caja. Entre las principales razones citadas, se destaca una caída en el nivel de ventas superior al 30% en el mercado doméstico, con una recuperación aún débil, así como el incremento sustancial de los costos fijos en dólares, producto de la apreciación del tipo de cambio.
A su vez, Celulosa señaló que los altos costos de financiamiento, que rondan entre el 35% y el 45% debido al contexto de alta inflación y tasas de interés, han generado una presión adicional sobre su estructura financiera. A este panorama se suman las tensiones en el mercado financiero, como el concurso preventivo de Los Grobo y el default de Surcos, que incrementaron la percepción de riesgo sistémico, presionando a los acreedores a acelerar los reclamos de pago.
Compromiso del accionista principal
A pesar de las dificultades, la compañía aseguró que su accionista principal mantiene un fuerte compromiso con la sostenibilidad operativa y financiera de Celulosa. Según informaron, el accionista realizó inyecciones de u$s7,44 millones hasta la fecha y se comprometió a seguir respaldando la empresa en los próximos meses.
Desde la firma también aclararon que, a pesar de la difícil coyuntura financiera, todos los recursos disponibles se utilizarán para asegurar la operación y continuidad laboral, priorizando el normal abastecimiento de clientes y el mantenimiento de las operaciones.
Deuda en la mira
Celulosa enfrenta vencimientos de deuda por u$s25 millones entre abril y junio de 2025, incluyendo pagarés bursátiles y pagos de capital de obligaciones negociables. En este marco, recientemente la calificadora de riesgo FIX señaló que estos compromisos superaban los niveles de caja y las líneas bancarias disponibles, lo que agrava la presión sobre las finanzas de la compañía.
El informe también destaca que Celulosa traviesa un fuerte deterioro en sus márgenes y generación de fondos. En el primer trimestre de 2025, la compañía registró un EBITDA de u$s3,5 millones, una cifra considerablemente más baja que los u$s55 millones obtenidos en el mismo período de 2024. El flujo de caja operativo (FGO) fue negativo, afectado por el aumento de costos fijos y la caída de ventas, que alcanzó una baja del 30% en el mercado doméstico, con una débil recuperación.
A nivel financiero, la deuda consolidada de Celulosa Argentina ascendía a u$s164 millones al 30 de noviembre de 2024, de los cuales un 56% tiene vencimiento a corto plazo. La empresa también cuenta con un perfil de deuda que incluye un 35% en obligaciones negociables (ON), un 24% en préstamos con Rabobank, y el resto con compañías relacionadas y otras instituciones financieras.
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