En un ecosistema dominado por millones de usuarios que siguen cada novedad ligada a criptomonedas, la fama puede escalar con rapidez y desplomarse igual de veloz. Ese escenario impulsa personajes que construyen imperios digitales basados en carisma, confianza y la ilusión de éxito inmediato.
De tener millones de seguidores a ser olvidado por toda la comunidad cripto: qué pasó con Ben Armstrong
El mundo de las criptomonedas puede elevar a alguien a millones de seguidores y luego hundirlo cuando pierde credibilidad.
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Trabajó en las redes sociales más importantes de la historia y se convirtió en millonario gracias a la IA
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El impactante invento que podría devolverle la visión a millones de personas
El derrumbe de su figura dejó al descubierto operaciones dudosas vinculadas al mundo de las criptomonedas.
Esa dinámica describe a Ben Armstrong, conocido como BitBoy, un referente del universo cripto que transformó su vida con videos virales hasta convertirse en una figura influyente, antes de enfrentar un descenso abrupto que lo dejó prácticamente fuera del mapa.
El ascenso de BitBoy
El camino de Armstrong arrancó con transmisiones simples sobre el mercado cripto, pero su comunidad creció cuando el interés global por el sector explotó. Con ese impulso, profesionalizó su contenido, montó un estudio y captó la atención de operadores aficionados que buscaban orientación en un terreno incierto.
Durante la pandemia, su audiencia se multiplicó y BitBoy se posicionó como una de las voces más consultadas del ecosistema. En ese período afirmó manejar 40 millones de dólares en criptomonedas, cifra que reforzó su imagen de éxito y alimentó la percepción de que dominaba estrategias que muchos querían imitar.
La expansión de su influencia lo llevó a asociarse con otros creadores y a impulsar proyectos propios, como BEN Coin. Sin embargo, dentro de su equipo surgieron dudas sobre la transparencia y el propósito de esa iniciativa, lo que alimentó tensiones internas que luego escalaron.
En paralelo, conflictos personales y acusaciones sobre su manejo financiero empezaron a erosionar su reputación. La relación entre su vida privada y su imagen pública se volvió insostenible, dando paso a una cadena de errores que lo alejaron de la cima.
Perdió el lujo, sus millones y hasta su matrimonio: la caída del influencer cripto
La ruptura con su empresa derivó en disputas legales, acusaciones cruzadas y la pérdida de activos emblemáticos, incluido el Lamborghini que simbolizaba su éxito. Ese episodio marcó el comienzo de un declive que también afectó su riqueza, sus alianzas y su presencia digital.
El golpe más duro llegó cuando su esposa pidió el divorcio y su canal principal quedó bajo el control de otros. Con su reputación dañada y una audiencia en retirada, BitBoy vio cómo el imperio que construyó con tanta exposición pública se desmoronó a gran velocidad.
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