Inteligencia Artificial, un salto de productividad para Sudamérica

La IA no es una tecnología más, representa un cambio de la magnitud de la llegada de la PC o Internet. Ya está cambiando la forma de trabajar y es sólo el inicio.

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Por primera vez en la historia tenemos una plataforma de innovación que llega a todo el planeta, a todas las personas al mismo tiempo. La Inteligencia Artificial Generativa no es una tecnología más, representa un cambio de la magnitud de la llegada de la PC o Internet, ya está cambiando la forma de trabajar y es sólo el inicio. Se espera que impulse una serie de innovaciones que aún no conocemos, como sucedió en su momento con la electricidad, por ejemplo.

Accesible, inmediata, y con la promesa de aumentar la tan ansiada productividad que nuestros países persiguen desde hace tiempo, más de la mitad de las grandes empresas de Sudamérica de habla hispana (55%) ya utilizan la IA. Es notable que casi la mitad de las inversiones en inteligencia artificial (48%) estén impulsadas por este propósito. En naciones caracterizadas por economías volátiles, esta tendencia representa una oportunidad para impulsar el desarrollo. Los directivos reconocen que el principal valor de estas innovaciones se refleja en la optimización del rendimiento operativo, ya sea generando fuentes adicionales de ingreso, reduciendo costos, incrementando la productividad o fortaleciendo las relaciones con sus clientes.

Hoy, la región tiene la posibilidad de posicionarse como líder mundial en el desarrollo, despliegue y adopción de la Inteligencia Artificial. Un estudio reciente de la consultora International Data Corporation (IDC), encargado por Microsoft, revela que, por cada dólar invertido en IA en Sudamérica, el retorno de inversión promedio es de 2,8 veces su costo. En países como Colombia y Chile, este retorno alcanza incluso los 3,0. Estos beneficios han motivado a que el 29% de las organizaciones reasigne recursos para integrar la IA en sus operaciones, y un 75% proyecta aumentar el presupuesto destinado a IA en los próximos dos años.

Las inversiones y los retornos en Inteligencia Artificial (IA) están materializando la promesa de transformación que ofrece esta tecnología, y las empresas están tomando nota. Durante el último año, nuestras conversaciones con clientes progresaron mucho; ya no se debate si la IA puede contribuir a lograr metas, sino cómo y con qué rapidez se puede lograr.

A nivel regional, la mayoría de las implementaciones de proyectos de IA se completan entre 3 y 12 meses, destacando la eficiencia en su adopción. De hecho, más de la mitad de estas implementaciones (56%) se realizan en menos de 6 meses, lo que contrasta con la tendencia global, donde solo el 48% de las compañías logran hacerlo en este mismo periodo. Este ritmo acelerado refleja la agilidad y la capacidad de adaptación de las empresas sudamericanas en la incorporación de soluciones de IA para mantenerse competitivas en el mercado global.

Sin embargo, solo el 43% de las organizaciones tienen una estrategia de IA vinculada a los objetivos del negocio. Por ello, es crucial repensar una cultura empresarial que nos permita incorporar estas herramientas como parte de los objetivos centrales de negocio, alineado a su estrategia y con líderes que abrazan el cambio y acompañan a los equipos de trabajo a desarrollar las habilidades necesarias para generar valor de manera sostenida.

El 2024 es el año de la adopción, en el que la Inteligencia Artificial se está integrando plenamente en nuestras vidas cotidianas y en todas las organizaciones. Sudamérica se caracteriza por su flexibilidad y adaptabilidad. Y tiene una enorme oportunidad por delante como región para dar el salto de productividad que contribuya positivamente al desarrollo económico de la región.

Presidente de Microsoft para Sudamérica Hispana