4 de noviembre 2025 - 15:28

Mabe reestructura su operación local y deja de producir en una de sus plantas cordobesas

La fabricante de electrodomésticos reconvierte una de sus fábricas en centro logístico. Busca sostener la competitividad en un mercado con consumo en baja y creciente ingreso de productos importados.

La planta de Río Segundo pasará a funcionar como centro de control de calidad, reproceso y almacenamiento.

La planta de Río Segundo pasará a funcionar como centro de control de calidad, reproceso y almacenamiento.

La mexicana Mabe, una de las principales fabricantes de electrodomésticos de línea blanca en la región, anunció una nueva reorganización de sus operaciones en la Argentina que implica el fin de la producción en su planta de Río Segundo, Córdoba. La compañía concentrará la manufactura de lavarropas, secarropas y cocinas en su complejo de Luque, ubicado a unos 60 kilómetros, mientras que la instalación de Río Segundo pasará a funcionar como centro de control de calidad, reproceso y almacenamiento.

El movimiento forma parte de una estrategia regional de eficiencia en un contexto de mayor apertura de importaciones, caída del consumo y diferencias impositivas que, según la empresa, favorecen a los productos del exterior. “La medida busca preservar las cadenas de valor locales, proteger la continuidad de la producción y reforzar la competitividad frente a un mercado abierto a las importaciones”, indicó Mabe a través de un comunicado.

Reorganización y nuevo esquema productivo

El grupo concentrará su estructura fabril en dos polos. En Luque, donde produce los modelos de mayor volumen de sus marcas Drean, Aurora y Patrick, Mabe destinó u$s25 millones para fortalecer la capacidad productiva y optimizar procesos. En cambio, la planta de Río Segundo dejará de fabricar y operará como hub logístico.

La decisión afecta a unos 160 trabajadores, a quienes la compañía ofreció trasladarse a la planta de Luque con transporte a cargo de la empresa. Parte del personal optó por retiros voluntarios o desvinculaciones, en un proceso que se instrumentó durante las últimas semanas. Según fuentes locales, la firma buscó preservar la continuidad operativa sin cesar vínculos abruptos, aunque reconoció que el contexto obliga a “ajustar estructuras para sostener la producción”.

En la provincia de San Luis, donde la compañía ensambla heladeras, la operación se mantiene sin cambios. Según fuentes del sector, el objetivo es mantener el abastecimiento local con menor estructura de costos, en un escenario donde la demanda se retrajo y las importaciones crecen a ritmo acelerado.

De acuerdo con datos de la industria, entre enero y agosto de este año las importaciones de lavarropas automáticos aumentaron 641% interanual. Al mismo tiempo, el consumo interno de electrodomésticos mostró una fuerte desaceleración: las ventas crecieron apenas 12,7% en agosto, frente al 40% o 50% de los primeros meses del año.

El sector atraviesa una coyuntura compleja, marcada por la contracción de la demanda interna, la suba de tasas y la apertura del mercado. El nuevo esquema digital habilitado por el Gobierno para importar heladeras, lavarropas o cocinas de forma individual también impactó en el segmento local.

En este contexto, desde Mabe remarcaron que el rediseño de su operación en Córdoba busca garantizar la continuidad de la producción en un entorno más desafiante. La empresa destacó además que Argentina sigue siendo uno de sus mercados más relevantes en la región y que continuará invirtiendo para sostener la fabricación local.

El movimiento se produce tres años después de que el grupo mexicano adquiriera el 100% del paquete accionario de José M. Alladio e Hijos S.A., histórico fabricante cordobés de lavarropas Drean. Con esa compra, Mabe, presente en el país desde 1998, integró a su estructura local las marcas Drean, Aurora y Patriot, sumándose a Patrick, que ya formaba parte de su portafolio.

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La decisión afecta a unos 160 trabajadores, a quienes la compañía ofreció trasladarse a la planta de Luque.

La decisión afecta a unos 160 trabajadores, a quienes la compañía ofreció trasladarse a la planta de Luque.

Un antecedente de ajuste

La reestructuración actual no es el primer cambio fuerte que enfrenta la firma desde la llegada del capital mexicano. En abril de 2024, Mabe ya había reducido cerca de 200 puestos en la planta de Luque, sobre un total de 900 empleados, en respuesta a una caída pronunciada en las ventas de sus productos de gama alta. En ese momento, la empresa implementó suspensiones y ofreció retiros voluntarios, mientras mantenía el pago total de salarios. Aquel ajuste fue el primer indicio de la reconfiguración interna que ahora se consolida con la conversión de Río Segundo.

Con presencia en más de 70 países y más de 24.000 empleados en todo el mundo, Mabe produce en Argentina gran parte de los electrodomésticos que comercializa bajo sus distintas marcas, e importa una porción menor para completar su oferta. Desde su desembarco en el país, en 1998, se consolidó como uno de los principales jugadores del mercado local, con foco en abastecer al segmento medio y medio alto.

En su comunicado, la compañía remarcó que este movimiento “es estratégico y busca asegurar eficiencia operativa y productos de calidad para los consumidores argentinos”. Sin embargo, la decisión deja en evidencia las dificultades crecientes que enfrenta la industria nacional de línea blanca para sostener su actividad en un contexto de alta competencia externa y demanda interna deprimida.

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