Día de las Infancias: ¿a qué juegan los chicos hoy?

Por más que a los niños les regalemos juguetes en el Día de las Infancias, dependerá de ellos "darles vida" y otorgarles un sentido.

Día de las Infancis y los juegos. Al jugar se pierde la noción del tiempo: el tiempo “en juego” ya no es el del reloj, sino el del placer. 
Día de las Infancis y los juegos. Al jugar se pierde la noción del tiempo: el tiempo “en juego” ya no es el del reloj, sino el del placer. 

En el Día de las Infancias sabemos que el juego, además de entretener, tiene una función elaborativa: los niños representan al jugar experiencias de la vida cotidiana como ir al médico, al dentista, recibir una vacuna, interactuar con maestros y compañeros al pasar de grado o cambiar de colegio, etc. “Elaborar” quiere decir entender lo que sucede y encontrarle un sentido, repitiéndolo por alguna vía todas las veces que sea necesario. Los adultos tenemos la capacidad de poner en palabras nuestras inquietudes con cierta facilidad y podemos hallar interlocutores que nos ayuden. Los chicos, en cambio, expresan lo que les preocupa más a través de sus juegos que de las palabras.

Para poder jugar ni siquiera hace falta demasiado espacio físico, pero sí espacio emocional, y capacidad de entrar en consonancia afectiva con quienes nos acompañan. Se trata de alcanzar un “estado mental de juego”. Suelen ser momentos muy serios, Basta observar el estado de concentración y placer de un niño entregado a “hacer de cuenta que...”.

El juego, además, tiene un efecto calmante. Alguien que puede jugar -me refiero al juego simbólico y creativo- sabe ponerse en contacto con su mundo interior. Cuando un niño logra jugar a solas, es porque sabe que hay un adulto que está cerca (o dentro suyo) y lo cuida. Al jugar se pierde la noción del tiempo: el tiempo “en juego” ya no es el del reloj, sino el del placer. Y a veces se descubre que el tiempo no alcanza...

Además, por más que a los niños les regalemos juguetes, dependerá de ellos “darles vida” y otorgarles un sentido. Puede tratarse del juguete más sofisticado pero sin la capacidad de “creación” propia de los niños éste nunca será utilizado como tal. Para jugar ni siquiera es necesario algún objeto en particular.

Los chicos nos muestran que se puede jugar con las ideas, con las miradas, con las palabras, con los gestos, con los movimientos, con el agua. Se pueden hasta construir los juguetes con lo que sobra en la casa. No se requiere gran espacio físico, pero sí emocional. Los tradicionales son los juegos de mesa, las adivinanzas, “veo veo”, “viene un barquito cargado con”, torneo de chistes malos, torneo de chistes buenos, “dígalo con mímica”, “adivina quién”, “tutti- frutti, “ahorcado”, cartas, dibujar, pintar con los dedos, con las manos o con los pies y mil opciones más...

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Ahora bien, en el Día de las Infancias los niños de esta “era” tienen una intensa interacción con la realidad digital. El mundo está contenido en sus dispositivos. Esta es una de las problemáticas que motivan frecuentes consultas en los últimos tiempos.

La convivencia prolongada con la familia y la reducción al mínimo del contacto con el mundo exterior durante la pandemia contribuyó al incremento de la vida virtual. Este fenómeno mostró -y muestra- sus variados aspectos: permitió transitoriamente cierta continuidad en la socialización (muchos chicos juegan on-line y es también una forma de estar con sus amigos), pero también generó una pérdida de interés en las actividades al aire libre y, sobre todo, con la familia. Se inventó un término simpático para llamar a los bebés nacidos en cuarentena, que hoy tienen más de dos años –par señalar la semejanza con los “centennials”-: los “pandemials”.

La modalidad digital contribuye a que esté cambiando la manera de percibir nuestro entorno y, por lo tanto, de jugar. La “realidad virtual” pone de manifiesto situaciones en las que la categoría de “presencia-ausencia” necesariamente es diferente, así como la de “distancia geográfica”.

Han emergido también en estos tiempos nuevos ideales vocacionales ligados a la vida virtual: ser deportistas virtuales, streamers, influencers, youtubers, etc. Surgen casos de chicos que ganan mucho dinero (a veces más que sus padres) con prácticas de actividades on- line. Los juguetes utilizados en las sesiones ya no son los de antes.

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El modelo de juegos en línea liderados por el Fortnite obligan a la industria a implementar cambios.
El modelo de juegos en línea liderados por el Fortnite obligan a la industria a implementar cambios.

Observamos que las pantallas, los celulares, las tablets y los juegos virtuales van ganando terreno. Y coexisten en la vida de los chicos con la influencia de la familia, del colegio y del grupo de pares. Las brechas se han hecho tan amplias que los hijos - nativos digitales- son quienes con frecuencia manejan la tecnología mejor que sus padres y les enseñan, en lugar de ser al revés.

Las vicisitudes en el campo digital son motor de transformaciones en las subjetividades y en los vínculos. Se ponen de manifiesto las características cognitivas de las generaciones nativas digitales. Cuando se habla de “multitasking” (multitarea) se alude a la capacidad humana de llevar a cabo varias tareas en simultáneo pasando de una forma de información a otra, sin que ninguna de ellas se vea alterada. Estas conductas son propias de los niños y adolescentes de estos tiempos y los adultos tendemos a interpretarlas como falta de concentración o dispersión (situación que es necesario tener muy en cuenta al momento, por ejemplo, de realizar un diagnóstico).

¿Apocalipsis o cambio de paradigma?

Podríamos decir que estas problemáticas hoy están en el centro de la “confrontación generacional” entre padres e hijos, debido a las enormes diferencias que los separan en materia de aprehensión de la realidad. El impacto de esta fuerte conmoción cultural dependerá de si se la considera una alarma o como la emergencia de un nuevo paradigma, propio de un mundo en acelerada transformación.

Lic. En Psicología. Psicoanalista. Ex integrante y actual asesora del depto. de Pareja y Familia de la Asociación Psicoanalítica Argentina. Autora del libro “La familia y la ley. Conflictos-transformaciones”. Especialista en niños y adolescentes.

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