Día de las Maternidades: hacia un mercado laboral más igualitario

La figura de la madre ha evolucionado, alejándose de la idea de que su rol debe limitarse al ámbito del hogar. Las experiencias son múltiples y son el producto de decisiones sobre crianza, proyectos de vida y el equilibrio de responsabilidades familiares y laborales.

La maternidad está ligada a las responsabilidades de cuidado, que recaen desproporcionadamente sobre las mujeres.

Además de celebraciones, marketing, ventas y, en el mejor de los casos, reuniones familiares, el Día de las Maternidades, que se celebra el tercer domingo de octubre en Argentina, nos invita a reconocer todo lo que conlleva la crianza y a las personas o actores involucrados en este proceso que es para siempre.

Hay infinitas formas de vivir la maternidad; se hace lo que se puede y lo que se quiere. La figura de la madre ha evolucionado, alejándose de la idea de que su rol debe limitarse al ámbito del hogar. Las experiencias son múltiples y son el producto de decisiones sobre crianza, proyectos de vida y el equilibrio de responsabilidades familiares y laborales, pero, sobre todo, de las posibilidades materiales y simbólicas de poder elegir.

La maternidad está ligada a las responsabilidades de cuidado, que recaen desproporcionadamente sobre las mujeres. La Encuesta Nacional de Uso del Tiempo (ENUT 2021) muestra que las personas que maternan dedican, en promedio, 6 horas y media al trabajo doméstico y de cuidado, mientras que sus parejas varones apenas superan las 3 horas y media. Desde una perspectiva interseccional, es crucial reconocer que las experiencias de maternidad no son homogéneas; varían significativamente según factores como el nivel socioeconómico, la educación, la geografía y la identidad de género, entre otros factores. Cualquiera sea la combinación de estas intersecciones, todas tienen en común la mayor dificultad para perseguir la autonomía económica o el desarrollo profesional.

De acuerdo con UNICEF, el 60% de las familias en Argentina no cuentan con acceso a servicios de cuidado adecuados, lo que agrava la carga de trabajo que recae sobre quienes maternan. Esta situación enfatiza la necesidad de cuestionar los estereotipos de la representación tradicional de las mujeres como madres abnegadas y llenas de amor, dedicadas a criar y ocuparse de los quehaceres domésticos. Sin embargo, cualquier cambio real y profundo debe contar con la búsqueda de una igualdad en términos económicos y la creación de oportunidades equitativas. Las mujeres que tienen hijos/as a cargo enfrentan mayores dificultades para acceder a roles de mayor responsabilidad y, con frecuencia, se ven obligadas a aceptar trabajos de menor jerarquía, a tiempo parcial o freelance, lo que impacta negativamente en su crecimiento profesional y económico.

El Día de la Madre se celebra en fechas distintas dependiendo del país y cultura

Desde Grow - género y trabajo, reconocemos que las organizaciones juegan un papel fundamental en la retención de personal que materna. Las empresas que implementan políticas de conciliación y apoyo no solo mejoran la vida de quienes tienen hijos/as a cargo, sino que también logran retener talento, aumentar la productividad y generar un entorno laboral más comprometido. En este sentido, es fundamental implementar políticas de cuidado que promuevan el bienestar de las familias y las infancias, tal como lo señala UNICEF. Esto incluye acciones que favorezcan la conciliación laboral y familiar, la flexibilidad horaria, la creación de espacios de lactancia y la promoción de licencias parentales igualitarias que fomenten la corresponsabilidad en el cuidado.

Además, se promueven medidas como la reintegración progresiva al trabajo y la opción de jornadas reducidas sin pérdida de derechos o salario. Estas políticas no solo permiten a quienes maternan equilibrar sus responsabilidades, sino que también fortalecen la productividad y retención de talento en las organizaciones.

En este Día de las Maternidades, es crucial reconocer que la crianza no solo se basa en la dedicación individual, sino que también requiere de un entorno social y laboral que respalde las decisiones de quienes maternan. Al fomentar políticas de cuidado que priorizan la corresponsabilidad, las organizaciones no solo contribuyen al bienestar de las familias, sino que también se posicionan para aprovechar el talento valioso que a menudo se ve relegado.

Promover un espacio laboral inclusivo y equitativo, donde cada persona pueda ejercer su maternidad sin sacrificar sus aspiraciones profesionales, es un paso fundamental hacia la construcción de una sociedad más justa y próspera. En este contexto, el compromiso de las empresas y de la sociedad en su conjunto se vuelve imprescindible para garantizar que todas las experiencias de maternidad sean valoradas y apoyadas.