28 de agosto 2023 - 08:48

El paquete de medidas de Massa que confronta a Milei

El resultado "Milei ganador", totalmente imprevisto en las PASO, más el temor a Patricia Bullrich con un déjà vu 2001, a solo seis meses después que cualquiera de los dos eventualmente asuma, sembraron un ambiente de pánico en los mercados.

Sergio Massa y Javier Milei, en la carrera presidencial.

Sergio Massa y Javier Milei, en la carrera presidencial.

Después de las elecciones primarias, la incertidumbre remontó virulentamente y el país volvió a sufrir otro impulsivo shock, ante la salida de inversores de activos argentinos y la disparada de los dólares alternativos. La última mini crisis tuvo un disparador y, este fue el impreciso y escalofriante futuro que promete Javier Milei, con un proyecto económico de dolarización al cual EE.UU. ya le bajó el pulgar, en forma contrastante con la conformidad del FMI con la administración de Sergio Massa. Todo esto, en medio de una economía que llego a las PASO con gran vulnerabilidad macrofinanciera, producto del default selectivo de Macri en 2019, sumado a la pandemia, la guerra en Europa, la sequía y las propias limitaciones del Gobierno de Alberto Fernández.

El resultado “Milei ganador”, totalmente imprevisto en las PASO, más el temor a Patricia Bullrich con un déjà vu 2001, a solo seis meses después que cualquiera de los dos eventualmente asuma, sembraron un ambiente de pánico en los mercados. Esta situación más el temor a una fortuita transición desordenada intentando el debilitamiento político del Gobierno (Milei dijo que estaba listo para asumir y esta semana Patricia Bullrich, que se debía declarar el Estado de sitio), dinamitan no el BCRA-como promete Milei-sino la confianza, provocando el desplome de la demanda de activos domésticos. Enseguida del resultado, se disparó el dólar bitcoin el domingo, la venta de bonos, aumento la demanda de dólares y, el sistema financiero comenzó a perder depósitos el día lunes.

Con la rémora recurrente-se lo había hecho Cavallo a Alfonsín-. Según Massa, los economistas de Juntos por el Cambio le pidieron al FMI que no realice el desembolso de u$s 7.500 millones y demandaban que exija medidas más duras. Massa lo reveló en conferencia de prensa, citando como fuente a los técnicos del FMI, quienes tildaron a estos últimos de “anti patria”. Los nombres de los economistas implicados en la operación circularon rápidamente en internet. Sergio Chodos acusó a tres de los economistas de Macri.

Resumidamente, la victoria de Milei y de Bullrich sobre Larreta en las PASO, desató otra caída de la demanda de activos argentinos. La dinámica de la crisis tendió a acelerarse por las precariedades heredadas del gobierno de Mauricio Macri, quien trajo de nuevo al pais al FMI. Inseparable del contexto de reservas restringidas y menguantes, excesiva escasez financiera del gobierno nacional, por haberse cortado por completo el crédito al país, en enero de 2018, durante el gobierno de Juntos por el Cambio, quien además había dejado al acuerdo con el FMI, en el borde del abismo.

Al igual que en otros países, en la economía existen asuntos de competitividad, debilitamiento de la competencia y rentas monopólicas, pero en la Argentina hay otros problemas. Uno de los principales inconvenientes que tiene el país, tiene que ver con las fracturas con que la sociedad ha sido lesionada al haber estado expuesta a crisis recurrentes y arbitrariedades repetidas.

Los recuerdos: “el Rodrigazo”, “la tablita y la bicicleta financiera de Martínez de Hoz”, “el que apuesta al dólar pierde” de Sigaut, el “Plan Bonex” y “el Corralito” de Cavallo y Patricia Bullrich, las “devaluaciones sin fin y la disparada inflacionaria” de Prat Gay, Sturzenegger, Dujovne, Caputo, “el default selectivo” de Macri-Lacunza, etc. han dejado grandes secuelas.

Así, ante cualquier cambio político imprevisto, una sociedad agraviada en otras crisis, se previene vertiginosa y preventivamente, reduciendo su exposición al riesgo argentino, fugando capitales, retirando depósitos del sistema bancario, huyendo del peso, etc. y, desembocando en una nueva corrida al dólar blue, por la nueva invocación a la dolarización y los ajustes brutales de los candidatos de “La Libertad Avanza” y “Juntos por el Cambio”. Conocidos y desconocidos generadores de antiguos y potenciales desastres económicos.

En esta oportunidad, las noticias que generaron inseguridad fueron: “Milei ganó las PASO” y “Patricia Bullrich venció a Rodríguez Larreta”, terminaron provocando un verdadero tembladeral en las variables financieras y reales, agravando significativamente los problemas de la actual administración.

Tampoco puede ser sorprendente que los efectos traumáticos de una eventual dolarización sin dólares, vengan a afectar el comportamiento de los agentes económicos. La vulnerabilidad macroeconómica, viene a sumar un futuro incierto por el currículum del ganador de las PASO (Milei nunca gestionó ni gerenció nada, en el sector público, ni en el sector privado), más los recuerdos terroríficos de su actual equipo, clave del dispositivo económico de Menem (Roque Fernández y Carlos Rodríguez), artilleros y financistas de un extraordinario déficit fiscal, financiado por un histórico endeudamiento que le dejó a De la Rúa una bomba de tiempo, estallando una crisis macroeconómica y, provocando una debacle financiera y cambiaria, que a su vez hizo implosionar “La Convertibilidad”.

LOS PASOS DE MASSA

La primera reacción del Gobierno después de las primarias fue confirmar el desembolso de u$s 7.500 millones del FMI. Ahora intenta recuperar votos, a través de una política fiscal levemente expansiva. Con estabilidad financiera y el programa de desembolsos del FMI resuelto, disminuyeron las dudas sobre si Alberto Fernández llegaría o no al 10 de diciembre. Se despejó también la operación e instalación de la renuncia de Massa. Se modificó la política económica. El ministro puso al tope de las prioridades la recomposición de los ingresos, al tiempo que acordó el cumplimiento del programa con el FMI.

Massa anunció un acuerdo de precios de productos, congelamiento de dólar y combustibles. El acuerdo se demoró en anunciar porque fue testeado entre empresarios y sindicalistas. Así el Estado tiene la intención de quebrar la inercia inflacionaria, coordinando expectativas. El gobierno pretende alcanzar no sólo el objetivo de quebrar la inercia inflacionaria, sino también tiene propósito microeconómico: Prefinanciación de exportaciones, medidas para el agro, créditos a las pymes, tasas subsidiadas, aumentos de suma fija para trabajadores públicos y privados, para jubilados y pensionados-además incluye prestamos del ANSES-, desahogos fiscales para monotributistas, congelamiento por 90 días a las empresas de medicina prepagas, etcétera. Se pretende lograr alguna recuperación de los ingresos y cierta reactivación de la economía.

Nosotros vemos que las medidas anunciadas vuelven a tener un tinte peronista, donde la clave es, recomponer coyunturalmente los ingresos, manteniendo la consistencia del esquema de política económica. Si Massa ganara puede ser el lanzamiento de un plan de corto plazo que acopla con otro de desarrollo económico de mediano y largo plazo. Lo más importante de las medidas anunciadas es que a primera vista, habría consistencia con la política fiscal y monetaria, con un tipo de cambio que subió en forma competitiva, todo lo cual configura un esquema dinámicamente consistente.

En este contexto, la economía podría dejar de caer. En promedio la caída del PBI en 2023 sería mucho menor, y dejaría un arrastre positivo para el año 2024.

Director de Fundación Esperanza. https://fundacionesperanza.com.ar/ Profesor de Posgrado UBA y Maestrías en universidades privadas. Máster en Política Económica Internacional, Doctor en Ciencia Política, autor de 6 libros

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