12 de enero 2005 - 00:00

"Es el momento ideal hoy para renegociar la deuda en default"

Daniel Marx
Daniel Marx
Para el ex secretario de Finanzas Daniel Marx, el lanzamiento del canje se está produciendo en un momento «casi ideal», debido al superávit fiscal interno y a las bajas tasas internacionales. Pero prefirió ser cauto respecto del resultado final: «Si la adhesión supera 60%, será un dato favorable».

El ex negociador de la deuda en el Plan Brady admitió que los juicios contra la Argentina por parte de los que no acepten la oferta persistirán, aunque aclaró que «a diferencia de lo ocurrido en otros países, en este caso les resultará difícil cobrar». Precisamente, uno de los temas de preocupación en el Palacio de Hacienda pasa por las demandas futuras que podrían iniciar aquellos que decidan quedar afuera del canje en espera de una mejor oferta.

Además, Marx vaticinó que el gobierno no tendrá otro remedio que sentarse a negociar un nuevo acuerdo con el FMI, pese al deseo de Néstor Kirchner de « librarse» del organismo: «Los recursos son limitados, por lo que habrá que arreglar un nuevo programa con cierto grado de refinanciación de los vencimientos».

A continuación, los principales pasajes del diálogo con Marx:

Periodista:
¿Cómo evalúa el momento actual para lanzar el canje?

Daniel Marx: Positivo. La economía argentina está relativamente estabilizada, con cuentas fiscales más ordenadas. Además, las tasas de interés internacionales permanecen bajas y el spread de tasas en los mercados emergentes bajó mucho. Es un momento casi ideal para consolidar la situación.


• Más chances

P.: ¿Esta situación favorable interna y externa puede alentar a más bonistas a ingresar a la operación?

D.M.: Sin duda que este panorama aumenta las chances de aceptación. Creo que en esta circunstancia conseguir arriba de 60% ya es favorable, aunque algunos lo consideran insuficiente. No me animo a vaticinar si el grado de aceptación puede llegar a 75% o a 80%. Los rechazos más importantes pueden provenir de algunos fondos del exterior y de acreedores minoristas tanto locales como extranjeros que consideran que la oferta puede ser mejorada.


P.:
¿Cómo puede reaccionar el mercado si la aceptación es relativamente alta?

D.M.: Si el grado de participación es importante, hay margen para una mejora adicional del diferencial de tasas, por lo tanto el precio de los bonos posdefault pueden seguir subiendo. Este comportamiento también dependerá de cómo siga la relación de la Argentina con otros acreedores, como el caso de los organismos multilaterales.


P.:
¿Se puede prescindir del Fondo?

D.M.: Hay un tema práctico y es hasta qué punto se puede cancelar deuda con el organismo. Existe un número limitado de recursos que hay que repartir, por lo que no se podrá ignorar al Fondo. Habrá que sentarse a negociar para conseguir algún grado de refinanciación, a través de un nuevo programa.


• Paciencia

P.: ¿Qué puede pasar con los bonistas que queden afuera de la oferta?

D.M.: Evidentemente, los litigios no van a desaparecer y tardarán en resolverse. Poco a poco, la situación se va a ir regularizando, pero habrá que tener paciencia. En otros países los acreedores que no entraron en la operación terminaron cobrando toda su acreencia, pero en este caso les resultará mucho más complicado.


P.:
¿Cómo queda el horizonte de la deuda si la aceptación es alta?

D.M.: Si hay 100% de aceptación, el horizonte queda despejado, salvo el tema del FMI, aunque dudo que éste sea el escenario. Los plazos de la deuda que quedará serán muy extensos y las tasas bajas se ubicarán muy por debajo de los niveles de mercado. Por lo tanto, desde ese punto de vista, la posibilidad de un nuevo default queda limitada. Claro que siempre hay que tener en cuenta cómo funciona la política y la economía en los próximos años. Las señales son muy importantes, por ejemplo, en lo que respecta al marco de funcionamiento de las empresas de servicios públicos y el marco de negociación salarial.


P.:
¿La Argentina precisará volver al mercado para financiarse?

D.M.: El retorno será paulatino. El sector privado ya está regresando, el sector público también, pero de manera indirecta, a través del Banco Central. La necesidad de emitir nueva deuda se limitará a ciertas refinanciaciones por los vencimientos de deuda posdefault.

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