14 de junio 2007 - 00:00

Capital: López Murphy pidió voto para Macri a los radicales

Mauricio Macri ayer en elhospital público de odontologíaJosé Dueñas, siguiendocon su línea de presentarpropuestas concretas y noconfrontar con el gobiernonacional.
Mauricio Macri ayer en el hospital público de odontología José Dueñas, siguiendo con su línea de presentar propuestas concretas y no confrontar con el gobierno nacional.
En reducto, como lo es el Club del Progreso, en el centro porteño, Ricardo López Murphy reunió a un grupo significativo de ex «correligionarios» -alineados en su mayoría con Jorge Telerman- para pedirle el voto por Mauricio Macri en el ballottage de la Capital Federal. El ex ministro, claro, les pidió además una alianza para la otra segunda vuelta, la que cree se hará por la presidencial de octubre. La reunión con los radicales fue acordada con Macri, aunque el empresario no tiene previsto reunirse personalmente con ellos por el momento.

Con entrada de paté y ensalada, se sentaron a la mesa además de López Murphy, el diputado Pablo Tonelli y el legislador Marcelo Meiss -por Recrear-, Federico Pinedo, Esteban Bullrich, Hugo Martini y, entre otros, Jorge Vanossi, quien llegó a la banca en Diputados de la mano de Macri. Los convidados, por decirlo así de concurrentes históricos a ese salón Leandro Alem del club, fueron Rafael Pascual -un cacique que todavía conserva algo de lo que fuera su gloria en la militancia radical del sur porteño-; Ricardo Gil Lavedra -además de titular de la convención UCR Capital, funcionario de Telerman-, Guillermo Moreno Hueyo -ex funcionario de Fernando de la Rúa y de Enrique Olivera (ex candidato a vice de Telerman), Juan «Yuyo» Gauna y Oscar Muiño.

  • Apertura

  • Tonelli, que como Gauna y el propio López Murphy, compartieron plenarios en la UCR, abrió la tenida pidiéndoles a los radicales que propalaran en sus ámbitos habituales la conveniencia de votar a Macri.

    «Queremos el voto positivo y el voto opositor al gobierno», les explicó L.Murphy en una conversación donde Gauna recordó algún dato histórico de otro tipo de veladas: cuando en las convenciones «Ricardo pedía la palabra, se arreglaba todo, pero él quería seguir discutiendo y se quedaba solo». Entre esas noches y tardes repasó con los presentes «aquella convención cuando elegimos a De la Rúa candidato a presidente».

    «Nos alcanza con que recomienden que votarán a Mauricio», retomó uno de los presentes ante esas distracciones.

    Es decir, no pidieron actos, ni caminatas ni timbreo como manda Macri a sus militantes, sólo «influencia». Todos -creenestuvieron de acuerdo de una u otra manera, aunque alguno, como Gil Lavedra, no respondieron tan explícitamente. El mencionado constitucionalista en cambio sostuvo otro tema: «Soy escéptico con respecto a que se conforme un espacio opositor».

    «No, yo no, yo creo que hay tiempo para hacerlo», le acotó Pascual aludiendo al pensamiento sobre un frente para las presidenciales de octubre.

    «Lo importante es que el triunfo de Mauricio en el ballottage sea la expresión de la oposición, en la Capital Federal», insistió López Murphy en su propósito.

    Lo cierto es que ese autoproclamado candidato a presidente, se daba a una tertulia conociendo que el titular de la UCR porteña, Jesús Rodríguez, es uno de los promotores de la postulación de Roberto Lavagna al principal sillón de la Nación.

    Pero, se habló allí, «en un mes hay internas».

    La reunión quiso pasar por secreta, pero fue imposible con las presencias notorias en la mesa. La reserva quizá obedeciera por un lado al radicalismo que en el distrito porteño ha desaparecido como sello electoral, también como representación de los vecinos lo hará en diciembre, ya que no ha logrado colar un solo legislador y termina el mandato el único del bloque. Alguno queda, pero en las filas de Macri, ya integrado a esa bancada PRO que tendrá abrumador número, pero nadie que represente por sí a la UCR. Por otro, los radicales que animaron la reelección de Telerman sufren otro efecto más de dispersión, no son, claro, radicales K y preferirán en la soledad del cuarto oscuro, tomar la boleta de Macri antes que la de Daniel Filmus, especulaciones que también se hicieron en la mesa, cuando llegaban ya los profiteroles y se terminaba el tinto.

    Macri, a esas horas, se entregaba a su actividad diaria de campaña, ayer en un centro odontológico infantil, donde además festejó que Telerman postergara la consulta popular (ver nota aparte) prevista junto con el ballottage, y que Néstor Kirchner «sea más moderado» en su discurso de campaña que hace al ministro de Educación.

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